Un suceso increíble y controvertido tuvo lugar en el fútbol de la Serie C de Italia, en el partido entre Triestina y Giana Erminio. Todo ocurrió en el minuto 33 del primer tiempo, cuando el jugador letón del equipo local, Raimonds Krollis, vio la tarjeta roja directa tras una falta que dejó a su equipo con un hombre menos.

Al abandonar el campo de juego, Krollis fue interceptado por su entrenador, Pep Clotet, quien no dudó en manifestar su descontento de una manera inquietante. Según reportes de TyC Sports, el DT se acercó al jugador, lo sujetó de la camiseta y comenzó a zamarrearlo de forma violenta, lo que dejó a todos los presentes sorprendidos y consternados. El jugador, en estado de shock, no respondió y continúo su rumbo hacia los vestuarios.

Desafortunadamente para Krollis, su equipo acabó perdiendo 0-1 ante Giana Erminio, con un gol encajado en los últimos minutos del partido. Este resultado no hizo más que agravar la tensión entre el jugador y su entrenador.

Tras el encuentro, Pep Clotet no se contuvo en sus declaraciones y sentenció: "Krollis está acabado con Triestina mientras yo sea el entrenador". Además, justificó su reacción diciendo: "Mi gesto fue correcto dada la situación. Lo que hizo Krollis es inaceptable; daña a Triestina, al club que representa y al fútbol en general".

Este tipo de incidentes abre un debate sobre la disciplina en el deporte y cómo los entrenadores manejan la frustración de sus jugadores, especialmente en momentos críticos del juego. La incidente ha generado múltiples reacciones en redes sociales, donde los usuarios discuten sobre si la conducta del entrenador fue apropiada o si, por el contrario, cruzó una línea que debería ser revisada por las autoridades del fútbol.