Salud

Entre la medicina tradicional y el tráfico ilegal: El oscuro destino de los grandes felinos en Sudáfrica

2024-11-14

Autor: Camila

Un alarmante informe elaborado por la organización internacional Four Paws ha revelado la creciente explotación de grandes felinos en Sudáfrica, donde redes criminales se aprovechan de las leyes de protección animal que son, en muchos casos, inadecuadas o mal implementadas. La demanda global de productos derivados de leones, jaguares y pumas, como huesos y pieles, ha creado un mercado ilegal que no solo es lucrativo, sino que se nutre de la falta de coordinación legal entre los países sudamericanos. Esta situación permite que traficantes operen sin ser detectados por las autoridades.

Se ha documentado que Sudáfrica se ha convertido en el mayor exportador de grandes felinos, enviando más de 3,500 animales vivos y 34,000 partes de sus cuerpos al extranjero en las últimas dos décadas. La mezcla de cría y comercio de estos felinos está impulsada principalmente por la demanda de la medicina tradicional asiatica y productos de lujo, lo que ha generado una crisis ecológica.

A pesar de la gravedad del problema, es difícil cuantificar el número exacto de felinos y partes que se comercian ilegalmente cada año debido a la naturaleza clandestina de estas actividades ilícitas. Four Paws ha informado que al menos 30 casos de tráfico ilegal de especies como leones, tigres y leopardos se han registrado desde 2018, aunque el número real podría ser mucho más alto.

Las especies no nativas, como los tigres, enfrentan un mayor riesgo ya que las leyes para su comercio son menos estrictas. De hecho, Sudáfrica alberga algunas de las mayores granjas de tigres fuera de Asia, lo que brinda una oportunidad a los comerciantes ilegales para satisfacer la demanda en países donde los tigres salvajes ya han desaparecido, como Vietnam.

Fiona Miles, directora de Four Paws en Sudáfrica, ha denunciado que muchas autoridades no tienen un registro confiable de los tigres en cautiverio, lo que facilita la actividad delictiva. "Las lagunas legales están siendo explotadas, y es necesario que Sudáfrica ponga fin a esta cruel industria", afirmó.

Además, Kieran Harkin, un experto en comercio de vida silvestre de Four Paws, subrayó que la industria no solo afecta a los animales en cautiverio, sino que también incrementa la presión sobre las poblaciones salvajes, que son presa de cazadores furtivos.

Las redes de tráfico operan de múltiples formas: algunas administran granjas de tigres exclusivamente para el comercio, mientras que otras convierten sus instalaciones en atracciones turísticas, permitiendo la interacción del público con los animales, y al mismo tiempo, participan en el tráfico de productos como huesos y pieles.

Una de las prácticas más preocupantes es que estas redes ofrecen un servicio integral desde la compra de los animales hasta la falsificación de documentos necesarios para el transporte. De hecho, algunas partes de leones se etiquetan erróneamente como si fuesen de tigre para facilitar su venta en los mercados asiáticos.

Four Paws ha hecho un llamado urgente para establecer una prohibición total de la cría y el comercio de grandes felinos en Sudáfrica para 2030, argumentando que la forma en que esta industria opera actualmente no solo amenaza la supervivencia de estas especies, sino que también pone en riesgo la biodiversidad global.