La mayoría de los ciudadanos sabemos que el ‘Big Bang’ fue el punto inicial en el que se formó la materia, el espacio y el tiempo, marcando así el comienzo del Cosmos. Según el modelo estelar estándar, este fenómeno tuvo lugar hace aproximadamente 13.797 millones de años. Desde entonces, el Universo no ha dejado de crecer, como lo demostró el astrofísico estadounidense Edwin Hubble en la década de 1930. Pero lo más asombroso es que lo hace cada vez a mayor velocidad, fenómeno conocido como la ‘Expansión acelerada del Universo’. Y mientras tanto, nosotros aquí debatiendo sobre trivialidades… ¡Repasemos las implicaciones que esto tiene para nuestra comprensión del Cosmos!

La teoría detrás de esta expansión acelerada sostiene que el Espacio se está expandiendo a una velocidad creciente. Según los astrónomos, este descubrimiento fue sorprendente, ya que inicialmente se pensaba que la expansión, un eco del Big Bang, se ralentizaba debido a la atracción gravitatoria que ejercen las galaxias entre sí. Sin embargo, a finales de la década de 1990, se realizaron observaciones de supernovas que mostraron que el crecimiento cósmico ha ido acelerándose en los últimos 5.000 millones de años.

Mario Tafalla, un investigador en el campo, explica que “las galaxias se alejan de nosotros de manera sistemática; a mayor distancia, mayor es su velocidad de separación”. Esto plantea un enorme desafío en la medición de la distancia y la velocidad de las galaxias para comprender mejor este fenómeno.

Desde un punto de vista observacional, los datos mostraban que las supernovas más distantes eran más débiles de lo esperado, lo que indica que estaban más lejos de lo anticipado. Esta discrepancia solo puede explicarse si entendemos que la expansión del Universo ha ido acelerándose con el tiempo.

Los expertos están cada vez más convencidos de que la tasa de aceleración es mucho más rápida de lo que se calculó anteriormente. Nuevas investigaciones sugieren que se incrementa en un 9% más rápido que lo que se había estimado previamente. Esto se basa en la Constante de Hubble, una medida clave en la cosmología que establece que cuanto más distante es una galaxia, más rápido se aleja de nosotros.

Sin embargo, la razón detrás de esta aceleración sigue siendo un gran misterio. Se han planteado diversas hipótesis, incluyendo la posibilidad de que exista una forma desconocida de energía, tal vez relacionada con partículas subatómicas como el neutrino estéril, que no interactúa con la materia ordinaria, pero sí con la gravedad. Esta teoría, si se confirma, podría cambiar radicalmente nuestra comprensión del universo.

Por otro lado, la materia oscura también juega un papel crucial en esta ecuación. Constituyendo entre el 68% y el 70% del Universo, se ha sugerido que su naturaleza podría estar relacionada con la aceleración de la expansión. Investigadores de importantes universidades están explorando la posibilidad de que la densidad de esta materia aumente a medida que el Universo se expande, llevando así a un incremento en su velocidad de expansión.

Adicionalmente, hay quienes sugieren que los agujeros negros podrían estar influenciando este fenómeno. Si estos contienen energía oscura, podrían interactuar y crecer junto con el Universo, causando que su expansión se acelere aún más. Esto nos lleva a replantear nuestra comprensión de las distorsiones cosmológicas asociadas a estas entidades.

Es fundamental continuar la investigación para desentrañar los secretos de la aceleración cósmica. Neil deGrasse Tyson, reconocido astrofísico, lo resumió perfectamente: “La astronomía es una lección de humildad, una invitación a mirar más allá de nosotros mismos y aceptar nuestra pequeñez en el vasto escenario cósmico”. ¡El futuro de la cosmología es emocionante y lleno de posibilidades inimaginables!