Un equipo de ingenieros de la Universidad de California en Berkeley ha creado un revolucionario robot que imita las sorprendentes habilidades de las ardillas, logrando saltar y aterrizar con destreza entre ramas. Esta notable innovación se detalla en un artículo recientemente publicado en la prestigiosa revista Science Robotics.

Con este avance, los científicos darán un paso significativo hacia el desarrollo de robots más ágiles que podrían desempeñar tareas complejas, como saltar entre los andamiajes en obras de construcción o vigilar, de forma eficaz, en entornos forestales densos. Robert Full, uno de los investigadores principales, destacó que "las ardillas son los mejores atletas de la naturaleza,” aplaudiendo su capacidad para moverse con tal agilidad y rapidez.

Los científicos han estudiado de manera minuciosa cómo las ardillas manejan su energía durante sus acrobacias en los árboles. Se ha descubierto que absorben hasta el 86% de su energía cinética a través de sus patas delanteras. Sin embargo, lo más increíble es su técnica para mantener el equilibrio ajustando la fuerza de frenado al aterrizar, lo que les permite corregir el rumbo a tiempo.

El robot, llamado 'Salto', es una mejora de un diseño de 2016 que ya era capaz de realizar movimientos similares a 'parkour', aunque en terrenos planos. Ahora, con la meta de aterrizar en una varilla delgada tras un salto, se enfrenta a un nuevo desafío: mantener el equilibrio en superficies estrechas sin un fuerte agarre, a diferencia de los primates que utilizan sus manos para sostenerse.

El equipo de investigadores, liderado por Justin Yim, desarrolló técnicas que maximizan la probabilidad de aterrizajes exitosos. Aunque a primera vista un robot de una sola pierna puede parecer ineficaz, el investigador sostiene que para saltos altos, este diseño es el más efectivo.

En sus pruebas experimentales, 'Salto' fue equipado con una pinza ligera en la punta de su pie, permitiéndole realizar saltos entre ramas y mantener el equilibrio. De 30 saltos, el robot logró aterrizar con éxito en 25 ocasiones, confirmando la validez de su innovador diseño. En dos de esos intentos, logró aterrizar completamente erguido, una hazaña notable que demuestra el potencial de esta tecnología.

A pesar de los desafíos, el equipo de investigación está motivado para continuar refinando sus técnicas y mejorar el control del equilibrio del robot. Este proyecto no solo abre nuevas posibilidades en la robótica, sino que también puede tener aplicaciones en diversas áreas como la exploración de entornos naturales difíciles o la supervisión de infraestructuras.

En un futuro, no es descabellado imaginar robots que no solo imiten a las ardillas, sino que también se conviertan en herramientas imprescindibles para la humanidad, en un mundo donde la innovación y la tecnología avanzan a pasos agigantados.