El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una iniciativa global que alcanza a más de mil millones de personas en 165 países. En 2024, el lema de la campaña es ‘Diabetes y Bienestar’, destacando la importancia de no solo manejar los niveles de glucosa, sino también de centrarse en el bienestar emocional y físico de las personas que viven con esta condición.

Sorpresivamente, un 36% de las personas con diabetes reporta experimentar ansiedad relacionada con su enfermedad, y el 63% siente que el miedo a las complicaciones de salud afecta su calidad de vida. A pesar de que el 12.7% de la población argentina autodiagnostica tener diabetes, se estima que entre el 40% y el 50% de los afectados desconocen su diagnóstico debido a la naturaleza asintomática de la enfermedad.

La prevalencia de la diabetes se ha disparado en las últimas décadas, en gran parte debido al aumento de la obesidad, sedentarismo, estrés y una dieta pobre en nutrientes. Estos factores conducen a un incremento en depósitos de grasa abdominal y, por ende, a enfermedades metabólicas.

No debemos olvidar que la diabetes es una de las principales causas de insuficiencia renal crónica. Se calcula que entre un 30% y 40% de los diabéticos pueden desarrollar algún grado de enfermedad renal, la cual a menudo se diagnostica tardíamente. De hecho, menos del 50% de los pacientes con enfermedad renal desconocen su condición en etapas precoces. Por esta razón, se recomienda realizar análisis de sangre y orina anualmente para detectar posibles problemas renales.

¿Qué pueden hacer las personas con diabetes tipo 2 para proteger sus riñones? Aquí hay algunos consejos: mantener una alimentación rica en vegetales y frutas, controlar el peso, hacer ejercicio regularmente, no fumar, y controlar la glucosa, la presión arterial y los niveles de lípidos en sangre.

Además, el control regular con un médico es fundamental para prevenir complicaciones tales como insuficiencia cardíaca, apnea del sueño y diversos tipos de cáncer. Lograr un adecuado control de la diabetes no solo protege contra estas enfermedades, sino también contra complicaciones como la retinopatía y neuropatía, que pueden llevar a la amputación de extremidades.

Afortunadamente, hoy en día existen tratamientos innovadores que buscan no solo controlar la glucosa en sangre, sino también minimizar el riesgo de complicaciones renales y cardiovasculares, así como mejorar el bienestar general del paciente. La clave está en personalizar el tratamiento según las necesidades de cada persona.

La importancia de esta campaña de sensibilización radica en la educación y en la prevención. Con un buen control de la diabetes y hábitos de vida saludables, es posible evitar la progresión hacia enfermedades más serias, reduciendo así el impacto de la diabetes en la salud pública. Por lo tanto, es esencial fomentar la conciencia sobre la importancia de los chequeos médicos y la detección precoz de enfermedades asintomáticas. Actualmente, la prevención y el tratamiento temprano pueden cambiar el rumbo de la salud de las futuras generaciones.