A medida que el año llega a su fin y uno nuevo comienza, es habitual detenerse a reflexionar sobre lo vivido, lo que hemos aprendido y cómo hemos cambiado. En mi experiencia personal, recientemente reflexioné con mi pareja sobre el año que ha pasado, y llegué a la conclusión de que no había crecido en nada, sintiéndome atrapada en la rutina. Sin embargo, él me recordó mis logros y me hizo ver que, en conjunto, había crecido mucho más de lo que imaginaba. Si sientes que tu año ha sido monótono, ¡puede que en realidad haya sido todo lo contrario! Aquí te propongo unas preguntas que te ayudarán a despejar esas dudas. Si respondes que “sí” a la mayoría, ¡felicidades! Has evolucionado más de lo que piensas.

1. ¿Has tomado decisiones priorizando tu salud mental y física?

Dedicar tiempo a cuidarte y amarte a ti mismo es fundamental para el crecimiento personal. Si este año dijiste “no” a planes o relaciones que te perjudicaban, ¡has crecido enormemente!

2. ¿Te has mostrado vulnerable ante alguien?

Compartir tus inseguridades o pedir ayuda es un signo impresionante de fortaleza. Según la investigadora Brené Brown, la vulnerabilidad es esencial para el amor y la conexión humana. Si abriste tu corazón, ¡bravo!

3. ¿Has pedido ayuda sinceramente?

La verdadera fortaleza radica en reconocer nuestras limitaciones. Si este año te decidiste a solicitar apoyo, ¡has mostrado una increíble madurez emocional!

4. ¿Has terminado una relación?

Las rupturas pueden ser dolorosas, pero también son oportunidades para aprender sobre nosotros mismos. Si te alejaste de personas tóxicas, priorizaste tu bienestar, ¡has avanzado enormemente!

5. ¿Experimentaste un fracaso?

El fracaso es un peldaño en el camino hacia el éxito. Lo importante es cómo reaccionas ante él. Aprender de lo que no salió como esperabas es un gran paso hacia el crecimiento personal.

6. ¿Has aprendido un nuevo hobby o idioma?

Explorar nuevas actividades enriquece nuestra vida. Aprender un idioma no solo mejora tu mente, sino también tu autoestima y empatía. Si te lanzaste a nuevas aventuras, ¡fantástico!

7. ¿Te has equivocado y luego perdonado?

Cometer errores es humano. Lo importante es reconocerlos y aprender de ellos. La autocompasión es una habilidad vital que te hace más fuerte.

8. ¿Has cambiado de opinión en algo importante?

Adaptarse a nuevas perspectivas demuestra crecimiento y flexibilidad mental. Si este año reconsideraste tus creencias, ¡es una gran señal de madurez!

9. ¿Has pasado tiempo significativo con tus seres queridos?

Cultivar relaciones es esencial para nuestra felicidad. La Universidad de Harvard ha demostrado que las relaciones sólidas son clave para una vida longa y plena. Si has invertido tiempo en conectar con los que amas, ¡ha sido una inversión valiosa!

En conclusión, si has podido responder afirmativamente a estas preguntas, este año ha sido un año de crecimiento personal, ¡más de lo que pudiste imaginar! Reflexionar y aprender de nuestras experiencias es fundamental para nuestro desarrollo. Así que no subestimes lo lejos que has llegado. ¡Cada paso cuenta y vale la pena celebrarlo!