¡Alerta en el boom de grados de Medicina en España: Riesgo inminente de paro!
2025-01-04
Autor: Isidora
España se encuentra en el epicentro de un notable 'boom' en la formación de médicos, siendo uno de los países europeos con el mayor número de grados de Medicina en relación a su población. Este crecimiento desmedido, que ha llevado el número de facultades a 53, ha encendido las alarmas entre la mayoría de los decanatos de las universidades, que advierten sobre un inminente riesgo de paro en el sector.
En la actualidad, se prepara la apertura de trece nuevas facultades de Medicina, después de que se hayan autorizado cuatro grados públicos y nueve privados. Estas nuevas instituciones se establecerán en regiones como Burgos, La Rioja, León, Teruel, Zaragoza, y Palma de Mallorca, entre otras, sumando centenas de nuevos médicos a un sistema que ya podría estar saturado.
Un largo camino académico: 12 años para convertirse en médico
La formación para convertirse en médico no es tarea fácil, ya que abarca un total de doce años, que incluyen estudios de grado, el Examen MIR, y la posterior especialización. Sin embargo, la realidad es que tras concluir sus estudios, la cantidad de médicos egresados podría superar las jubilaciones de los especialistas, creando así un superávit en un sector donde la demanda es creciente.
La Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Facultades de Medicina de España ha diagnosticado que, entre 2007 y 2024, el número de estos grados ha aumentado en un 96,4%. El vicepresidente de dicha entidad, Antonio Compañ, quien también es decano de la Universidad Miguel Hernández de Elche, expresó su profunda preocupación: "Desde 2001 hasta 2024, el crecimiento de facultades públicas ha sido del 62%, en contraposición con un increíble 912% de las privadas."
¿Más médicos, pero de menor calidad?
Los expertos advierten que aunque el déficit de profesionales biosanitarios es real, no justifica la creación de más facultades sin una planificación adecuada. Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, asegura que la demanda de médicos seguirá presente. Sin embargo, el decano de la Facultad de Medicina de la UCM, Javier Arias, alerta que los estudiantes que entran al sistema hoy deberán buscar empleo en 10 o 13 años, tiempo en el que podrían encontrarse con un mercado laboral sobresaturado.
Con este contexto, la calidad de la formación se convierte en un tema crucial. Arias predice que podrían surgir tres categorías de médicos: aquellos bien formados (independientemente de su universidad), un segundo grupo con educación de menores estándares, y un tercero que incluye médicos cuyos títulos son homologados sin el debido control. Además, algunos expertos señalan que si continúa la disminución en la sanidad pública, los mejores médicos podrían preferir emplearse en el sector privado o en el extranjero.
El déficit real y las especialidades olvidadas
Coincidiendo con estas preocupaciones, el actual déficit de médicos se presenta solo en algunas especialidades críticas como Medicina de Familia y Pediatría. La falta de incentivos y salarios competitivos para trabajar en áreas rurales agrava la situación. El decano de la Universidad de Elche, Compañ, sugiere que se debería aumentar la oferta de plazas MIR exclusivamente en estas especialidades deficitarias.
Prácticas hospitalarias: una problemática creciente
A medida que el número de estudiantes de Medicina crece, las prácticas hospitalarias se ven presionadas, colapsando debido a la falta de centros dispuestos a acoger a tantos alumnos. Santiago Palacios, vicerrector de la Universidad Autónoma de Madrid, advierte sobre la calidad educativa que se distingue entre universidades, reiterando que algunos centros privados no cumplen con estándares adecuados.
Una planificación necesaria para el futuro
Con la proyección de más de 53,500 jubilaciones de médicos en la próxima década y la cifra de 77,764 estudiantes egresados, el exceso podría alcanzar a unos 24,000 profesionales. Es vital que la creación de nuevas facultades de Medicina se detenga hasta que no haya una previsión clara sobre las necesidades del sistema. Sin duda, el futuro de la sanidad en España depende de decisiones bien fundamentadas y priorizadas en la calidad y necesidad del servicio médico.