Cristina Fernández, encargada del servicio de medicina preventiva del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), se muestra expectante ante el desarrollo del virus de la gripe y asegura que no se enfrenta a un invierno tan severo como el del año anterior.

La doctora destaca que la campaña de vacunación ha alcanzado sus objetivos en la población infantil y casi en la de mayores, pero persiste la interrogante sobre la razón detrás de la baja tasa de vacunación en los profesionales sanitarios. Según ella, el cambio en el método de administración de las vacunas, que pasó a realizarse en vacunódromos en lugar de en el entorno clínico habitual, podría haber generado malestar entre el personal. Además, sugiere que el cansancio acumulado podría estar influyendo en esta situación.

Recientemente, la Consellería de Sanidade ha extendido la campaña de vacunación que originalmente finalizaba el 18 de enero hasta el 31 de enero. Cristina Fernández explica que esto se debe a que el pico de la gripe se ha retrasado, lo que brinda la oportunidad de inmunizar a quienes aún no están protegidos.

Sobre si el pico se alcanzará la próxima semana, la doctora Fernández es optimista, siempre que se mantenga durante una o dos semanas. Explica que la situación actual en el área sanitaria de Santiago no es crítica, con un índice de ingresos de 4,5 por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, se encuentran sorprendidos por el comportamiento inusual de los virus, pues a diferencia de años anteriores donde el COVID-19 relegó a la gripe a un segundo plano, en esta ocasión coexisten simultáneamente el COVID-19, la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS).

En relación a las cepas de gripe, asegura que la gripe tipo A es la predominante durante las epidemias, aunque al inicio de la temporada se observó una mayor incidencia de la gripe tipo B. Ahora ambas cepas están circulando con intensidad similar y se anticipa que la A, especialmente la variante AH1N1, aumente su presencia en los próximos días.

Al contrastar con inviernos anteriores, Fernández aclara que este año no se presenta un nivel de gravedad comparable al pasado, que se cerró con más de cincuenta ingresos hospitalarios por gripe y complicaciones asociadas. Actualmente, los ingresos por gripe son significativamente menores, con 20 ingresos reportados recientemente. A pesar de esta tendencia en aumento, la doctora enfatiza que la situación general es manejable y que las experiencias pasadas con el COVID-19 han enseñado a esperar sorpresas en la dinámica viral.

Finalmente, destaca que los adultos mayores con múltiples patologías son los más afectados por la gripe, aunque este invierno, gracias a la campaña de vacunación, se ha observado una notable disminución en los ingresos de bebés por VRS. La gripe, aunque más frecuente entre los jóvenes adultos, tiende a tener menos complicaciones en comparación con la población de mayor riesgo.