Cómo los detectives de enfermedades rastrearon rápidamente el brote mortal de E. coli hasta los Cuarto de Libra de McDonald's
2024-11-03
Autor: Sofía
(CNN) – Silas Mayes llegó al auto-servicio de su McDonald’s el lunes 7 de octubre y pidió su pedido habitual: un Cuarto de Libra, papas fritas y un Sprite.
Sin embargo, lo que comenzó como un almuerzo normal se convirtió en una experiencia aterradora. El jueves, sufrió de calambres estomacales tan agudos que apenas podía levantarse para ir al baño. "Fue extremadamente doloroso. Y cada vez que iba al baño había sangre”, comentó el joven de 17 años que vive en Grand Junction, Colorado.
La situación se volvió crítica y su madre, Lera Davidson, lo llevó de inmediato a la sala de emergencias del St. Mary’s Regional Hospital. Después de una serie de exámenes, los médicos confirmaron que Silas había contraído una cepa peligrosa de E. coli productora de toxina Shiga, que puede causar daños graves en los tejidos y complicaciones como el síndrome hemolítico urémico, potencialmente mortal, especialmente para niños y ancianos.
Los laboratorios en EE.UU. tienen la obligación de notificar a los departamentos de salud estatales sobre estos casos, y gracias a este protocolo, se pudo iniciar una investigación rápidamente. Julie Hartshorn, especialista en vigilancia de enfermedades, destacó que cada caso se analiza con la seriedad que merece: “Investigamos cada caso con la mentalidad de prevenir la propagación de la enfermedad”, afirmó.
Los científicos de los CDC, en colaboración con el Departamento de Salud Pública de Colorado, descubrieron un vínculo entre varios casos de E. coli en 13 estados, todos relacionados con las hamburguesas del Cuarto de Libra de McDonald’s. Esto llevó a que decenas de personas fueran hospitalizadas y una incluso perdiera la vida.
La situación alarmó a las autoridades, ya que normalmente ven uno o dos casos de STEC al mes, pero ahora, en un lapsus de tiempo tan corto, habían detectado un número inusualmente alto de infecciones. Este hecho fue motivo de preocupación y acción inmediata.
Los investigadores comenzaron a hacer llamados y, a los pocos días, se dieron cuenta de que muchas de las personas investigadas habían comido en McDonald's. A pesar de que el restaurante cumplía con todos los protocolos de alimentos, comenzaron a sospechar que la contaminación podría haber ocurrido en la cadena de suministro antes de que los alimentos llegaran a las cocinas. Esto resultó ser un punto crucial en la investigación.
La interconexión de los datos y los análisis genéticos a través del sistema PulseNet comenzaron a mostrar similitudes entre los casos, solidificando aún más la teoría de que un alimento contaminado estaba causando la enfermedad. Al mismo tiempo, los CDC y las autoridades estatales reforzaron las entrevistas a los enfermos, buscando pistas específicas sobre su consumo.
La atención estaba centrada en el proveedor de cebollas frescas de McDonald's, Taylor Farms, y aunque la cadena de restaurantes suspendería temporalmente las hamburguesas Cuarto de Libra, las pruebas apuntaron que las cebollas eran la fuente probable del brote. La situación fue gestionada rápidamente para evitar más contagios.
McDonald's, en un esfuerzo por garantizar la seguridad alimentaria, decidió suspender la compra de cebollas a Taylor Farms de forma indefinida, reiterando su compromiso con la salud de sus clientes. Sin embargo, la familia de Silas no se quedó de brazos cruzados; han contratado a un abogado para representar su caso contra la cadena de comida rápida.
Silas, aunque en proceso de recuperación, sigue sufriendo los efectos de la infección. Él expresa que no volverá a confiar en la comida rápida: “No puedo confiar en la comida rápida porque me enferma”, afirmó.
La respuesta rápida de las autoridades de salud fue clave para detener el brote y prevenir más casos. Sin embargo, el impacto perdurará en la vida de quienes lo experimentaron, y la investigación sigue en curso mientras los resultados de las pruebas continúan fluyendo.