Un ambicioso estudio liderado por la Universidad de Dartmouth, en el que participaron más de 50 científicos del clima a nivel global, ha llegado a una asombrosa conclusión: la Antártida podría sufrir un colapso casi total para el año 2300.

Esta investigación ofrece la primera proyección clara sobre cómo las emisiones de carbono están causando la pérdida sostenida de la capa de hielo antártica en los próximos 300 años. Los resultados fueron publicados en la revista 'Earth’s Future'.

Al evaluar modelos existentes de la capa de hielo, los investigadores hallaron que, aunque la pérdida de hielo en la Antártida aumentará gradualmente a lo largo del siglo XXI debido a las emisiones actuales, este incremento se tornará drástico después de 2100. En particular, los glaciares de la región occidental de la Antártida comenzarían a mostrar un retroceso acelerado.

Para el año 2200, se estima que el derretimiento de estos glaciares podría elevar los niveles del mar globalmente hasta 1,68 metros (5,5 pies). Algunos de los modelajes numéricos del equipo sugieren un posible colapso casi total de la capa de hielo antártica para el 2300.

Hélène Seroussi, la autora principal del estudio y profesora asociada en la Escuela de Ingeniería Thayer de Dartmouth, destaca que las discusiones sobre el aumento del nivel del mar a menudo se limitan hasta 2100, dejando de lado el horizonte a largo plazo: "Nuestro estudio cierra esta brecha de conocimiento sobre el impacto continuado que tendrá el aumento de los niveles del mar en comunidades vulnerables tras el 2100".

El estudio describió cómo la capa de hielo de la Antártida respondería en diferentes escenarios de emisiones. Según Mathieu Morlighem, coautor y profesor de ciencias de la tierra, aunque las proyecciones para el presente siglo son moderadas, la disyuntiva entre escenarios de emisiones altas y bajas se amplifica drásticamente después de 2100. Esto refuerza la urgente necesidad de implementar medidas que reduzcan las emisiones de carbono.

Una de las inquietudes clave es que, una vez que comience un colapso significativo en las principales cuencas de la Antártida, no habrá manera de volver atrás. "Varios glaciares en la Antártida occidental podrían experimentar un colapso total antes de 2200", señala Seroussi, enfatizando que el momento exacto de estos eventos catastróficos depende directamente de las decisiones que tomemos respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Este estudio no solo tiene implicaciones para la Antártida, sino que también puede abrir caminos para modelos colaborativos que permitan a los científicos comprender mejor y resolver las discrepancias en las proyecciones para otras regiones, incluida Groenlandia. La necesidad de investigación adicional es apremiante, ya que la crisis climática sigue evolucionando y amenazando nuestros ecosistemas.

Si bien la fecha límite parece lejana, la realidad es que las acciones de hoy definirán el paisaje de nuestro planeta para los siglos venideros. ¡El momento de actuar es ahora, antes que sea demasiado tarde!