Este miércoles, un grupo de voluntarios disfrazados de Papá y Mamá Noel realizaron una conmovedora entrega de regalos a familias de Paiporta.

Con el fin de llevar un poco de alegría en este día de Navidad, estos generosos ciudadanos repartieron lotes de productos adquiridos en la conocida zona cero de la riada, utilizando fondos recaudados de la venta de llaveros solidarios y donaciones anónimas.

Luisen, uno de los voluntarios originario de Vila-real (Castellón), compartió con entusiasmo que el grupo está formado por ocho personas.

Contaron con el valioso apoyo de un joven desde Vizcaya, quien envió varias furgonetas llenas de material, que incluía desde juguetes hasta productos de limpieza, higiene personal y deliciosos pastelitos.

La historia de este grupo solidario comenzó tras su llegada a Paiporta.

El grupo llegó a ayudar a limpiar el barro dejado por la inundación del 29 de octubre. Motivados por el deseo de hacer una diferencia, decidieron unirse para ofrecer apoyo a los niños y a las familias afectadas.

A través de la venta de llaveros solidarios y donaciones, lograron comprar productos en localidades cercanas.

Esto aseguraron que la ayuda se quedara en la zona afectada por las inundaciones.

En esta jornada festiva, los voluntarios recorrieron las calles de Paiporta.

Lo hicieron en dos coches y dos furgonetas, distribuyendo regalos tanto a las familias con las que habían contactado previamente como a aquellas que encontraron en el camino.

“La intención de esta iniciativa es aportar un poquito de felicidad a todos aquellos que más lo necesitan.”

Afirmó Luisen con un brillo en los ojos.

Entre los participantes de esta noble causa se encontraba Isabel.

Una residente local de Paiporta reveló que muchos de los voluntarios se conocieron gracias a la adversidad de la riada. Juntos, lograron reunir dos camiones y tres furgonetas repletas de juguetes y productos de higiene, mostrando que la solidaridad puede florecer incluso en los momentos más difíciles.

¡No te pierdas cómo esta comunidad se une para hacer de la Navidad un tiempo de esperanza y amor!

¿Quién dijo que la magia navideña había desaparecido? ¡Está más viva que nunca en Paiporta!