La Casa Real noruega ha emitido un comunicado preocupante sobre la salud de la Princesa Mette-Marit, quien ha tenido que limitar sus apariciones públicas debido a los efectos secundarios de su tratamiento para la fibrosis pulmonar crónica, diagnosticada en 2018. La monarquía prefirió abordar esta situación de inmediato para evitar especulaciones, explicando que los medicamentos pueden tener repercusiones serias en la agenda oficial de la princesa.

En su mensaje, la Casa Real recordó que, a pesar de haber vuelto a retomar sus deberes, Mette-Marit se enfrenta a un nuevo desafío. La princesa ha tenido que hacer una pausa en su ajetreada vida pública y no participará en compromisos oficiales durante, al menos, una semana. Todos los eventos que tenía programados han sido cancelados o reprogramados, lo que ha encendido alarmas entre los seguidores de la familia real noruega.

No es la primera vez que Mette-Marit se ve obligada a retirarse de la vida pública; sin embargo, cada anuncio genera una gran preocupación entre los ciudadanos. La princesa ha compartido en varias ocasiones cómo su enfermedad afecta su vida diaria, enfatizando que hay momentos en que lucha por respirar y esto provoca un nivel de estrés significativo, especialmente ante la presión de los medios de comunicación. "Es una situación absurda, me da mucha vergüenza cuando me encuentro frente a los micrófonos y respiro con dificultad. Esta experiencia ha transformado completamente mi vida", confesó en un documental emitido por 'TV2 Norge'.

La Princesa Mette-Marit continúa trabajando en su bienestar y ha adoptado un enfoque más tranquilo y consciente para manejar su situación. Los seguidores de la familia real están enviando mensajes de apoyo y amor en las redes sociales, esperando que la salud de la princesa mejore pronto. La Casa Real también ha pedido respeto por la privacidad de Mette-Marit en este período delicado.