El 'fantasma del Mekong', conocido científicamente como salmón carpa (Aaptosyax grypus), ha sido redescubierto en Camboya, después de estar prácticamente ausente durante casi dos décadas. Se había registrado por última vez en 2005, y su reaplicación en las aguas de este icónico río ha renovado la esperanza sobre la conservación de esta especie cuya extinción se temía inminente.

El redescubrimiento tuvo lugar entre 2020 y 2023, gracias a la colaboración con comunidades pesqueras locales. Estos pescadores conocen al salmón carpa como 'pa sanak' y han proporcionado información valiosa que permitió identificar tres ejemplares en el río. Este hallazgo representa un rayo de esperanza para los científicos que luchan por conservar a este gigante de agua dulce, que puede crecer hasta 1,3 metros de longitud y pesar más de 30 kilogramos.

Sin embargo, el futuro de esta majestuosa especie sigue siendo incierto. El Mekong, que alberga otras criaturas extraordinarias como el siluro gigante y la raya de agua dulce, está bajo amenaza debido a la construcción de represas que interrumpen las migraciones necesarias para su alimentación y reproducción. Además, la sobrepesca y el cambio climático son retos adicionales que complican su supervivencia.

Este regreso inesperado del salmón carpa resuena con otros fascinantes casos de especies que han sido 'resucitadas' después de largos períodos de ausencia. Un caso reciente destaca un animal que permaneció congelado durante 46,000 años y ahora sigue vivo. Estas historias nos hacen cuestionar la adaptabilidad de la vida en nuestro planeta.

No solo el salmón carpa, también existen otras criaturas prácticamente inmortales que desafían la comprensión científica. Por ejemplo, algunos tipos de medusas han demostrado ser biológicamente capaces de revertir su envejecimiento, atrayendo la atención de biólogos y ecologistas por sus implicaciones en la ciencia de la longevidad.

El equipo que redescubrió al 'fantasma del Mekong' tiene como desafío inmediato asegurar la continuidad de la vida de estos peces en el río. Con un enfoque en la investigación y la colaboración comunitaria, los científicos confían en que podrán establecer programas de conservación efectivos. La esperanza es que el salmón carpa no solo se mantenga en la memoria como un fantasma, sino que continúe nadando en las aguas del sudeste asiático para las generaciones futuras.