El rey Felipe VI de España ha llegado a Jordania este sábado en medio de una creciente tensión en Oriente Medio. Esta es su primera visita oficial al país y, en su intervención pública, ha hecho un llamado a lograr una resolución del conflicto israelo-palestino a través de la solución de los Dos Estados. Las circunstancias actuales, marcadas por la guerra que afecta a Gaza y el reciente ataque de Irán, añaden urgencia a sus palabras.

Originalmente, el viaje estaba programado para durar tres días, pero ha sido acortado drásticamente a menos de 24 horas. Este cambio se produjo tras el lanzamiento de aproximadamente 200 misiles por parte de Irán hacia Israel, muchos de los cuales sobrevolaron Jordania. La seguridad del viaje se convirtió en una prioridad, y finalmente el Rey decidió viajar solo, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.

Este viaje tiene lugar en un contexto muy delicado, ya que coincide con el primer aniversario del conflicto en Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023, y una escalada de violencia que afecta no solo a Israel y Palestina, sino que también se está extendiendo hacia el Líbano. Albares destacó la importancia de esta visita en el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y Jordania, reiterando que ambos países comparten un interés mutuo en garantizar la paz en la región.

A su llegada, el rey Felipe VI fue recibido por alrededor de 1,700 ciudadanos españoles en Jordania, muchos de ellos cooperantes internacionales. Durante su discurso, el Rey expresó su deseo de paz, diálogo y reconciliación. "El sufrimiento y la devastación en Gaza son indescriptibles. Este conflicto, que se ha intensificado, debe cesar cuanto antes", enfatizó.

Felipe VI también reiteró la importancia de la solución de los Dos Estados como un camino viable hacia una paz duradera que beneficie tanto al pueblo palestino como al israelí. Su llegada a la residencia del embajador español, Miguel de Lucas González, fue un evento significativo, con la participación de unas 300 personas que se unieron para recibir al monarca.

En un mundo cada vez más polarizado, las palabras del Rey Felipe VI resuenan como un llamado a la acción. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿será esta la llamada que finalmente impulse a las partes en conflicto a buscar una solución duradera? Solo el tiempo lo dirá, pero la comunidad internacional observa con atención los próximos pasos en esta intrincada situación.