
¿Una Semana Santa como la de 2003?
2025-04-08
Autor: Antonio
La Semana Santa de este año ha traído a la memoria viejos recuerdos, específicamente la complicada y recordada Semana Santa de 2003. El Domingo de Ramos comenzó de manera poco prometedora. Los pronósticos meteorológicos fallaron, y la hermandad de La Paz salió a la calle con su cruz de guía a la hora prevista. Sin embargo, dos horas después, mientras la cofradía se encontraba en el parque de María Luisa, la lluvia obligó a acelerar el paso hacia el Rectorado. El manto de la Virgen se empapó, y la imagen del Señor, restaurada recientemente por Juan Manuel Miñarro, tuvo que ser secada de urgencia. En total, ninguna otra cofradía salió al final, ni siquiera el Amor desde la Anunciación, lo que convirtió este Domingo de Ramos en uno de los más difíciles desde 1976.
El Lunes Santo no fue distinto, ya que la lluvia continuó haciendo de las suyas. Aunque San Pablo no salió ese día, hubo más cofradías que se encontraron bajo la lluvia. Santa Genoveva decidió retrasar su salida media hora, pero poco después, las primeras gotas comenzaron a caer. El Cautivo fue cubierto con un capote y el manto de la Virgen de las Mercedes estaba protegido con plástico. Finalmente, la cofradía se vio obligada a regresar a su templo apenas dos horas después de salir. Una anécdota curiosa es que el Cecop no interrumpió el tráfico durante el paso de la hermandad de Felipe II. Por su parte, la Redención salió, pero la lluvia comenzó a hacer acto de presencia justo al salir el misterio, obligando a la cofradía a dar marcha atrás y regresar al templo, mientras que su misterio se refugió en Santa Catalina.
El Martes Santo, la lluvia no cesó en todo el día y, aunque todas las hermandades anunciaron la suspensión de sus respectivas estaciones de penitencia, la Bofetá logró salir, llevándose a cabo su estación de penitencia completa, regalando uno de los momentos más memorables de la Semana Santa.
El Miércoles Santo se presentó soleado y todas las hermandades pudieron salir con normalidad. En este año se celebraba el 25 aniversario de la Sed, y la hermandad de Carmen aún no estaba presente en la nómina. El Jueves Santo fue especialmente significativo, con la hermandad de Pasión haciendo su aparición desde San Hermenegildo y el estreno del misterio de Navarro Arteaga desde las Cigarreras, culminando en una Madrugada espléndida.
El Viernes Santo se perfilaba como una jornada histórica, con condiciones meteorológicas inestables. A pesar de comenzar con normalidad, a medianoche comenzó a llover, lo que hizo que San Isidoro, el Cachorro, Montserrat, la Mortaja y la O tuvieran que acelerar su paso para regresar a casa. El Sábado Santo continuó con clima incierto; los Servitas y la Trinidad sufrieron una ligera llovizna, pero el Santo Entierro y la Soledad lograron salir, mientras que el Resucitado no tuvo la misma suerte. El Domingo de Resurrección comenzó con un diluvio que se extendió hasta las siete de la mañana, con la Semana Santa concluyendo con el regreso de La Paz desde el Rectorado, un cierre esperado y nostálgico.