Este viernes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha hecho pública una decisión que resuena con fuerza en el corazón de la monarquía española: el Rey Felipe VI ha concedido el Toisón de Oro, la distinción más alta de la Corona, a la Reina Sofía de Grecia. Esta condecoración es un reconocimiento a su dedicación y entrega incansables al servicio de España y de la Corona.

El real decreto, fechado el 29 de octubre, destaca el aprecio que Felipe VI siente hacia su madre, afirmando: "Queriendo dar testimonio de Mi Real aprecio a Su Majestad la Reina Doña Sofía y reconocer públicamente su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona, doy a mi madre, Su Majestad la Reina Doña Sofía, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro". Este decreto lleva la firma de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, actuando por suplencia del presidente Pedro Sánchez.

Es importante recordar que el Toisón de Oro no es una distinción que se otorga a la ligera. Este mismo galardón fue concedido a la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, en 2015 con motivo de su décimo cumpleaños, aunque no fue hasta su primer acto oficial en 2018 cuando se le impuso el collar. Felipe VI ya había recibido esta distinción en mayo de 1981, simbolizando la continuación de la dinastía.

Desde su proclamación en junio de 2014, Felipe VI ha asumido como soberano de una orden que fue creada por el Duque de Borgoña, Felipe III, en 1430. Desde 1985, la concesión de este honor ha dejado de ser exclusivamente masculina, reflejando un cambio significativo en la tradición.

La insignia del Toisón de Oro es un collar majestuoso que representa el mito de Jasón y los argonautas, compuesto por 26 eslabones rectangulares que llevan las armas de los Duques de Borgoña. En su extremo, cuelga el famoso carnero o vellocino dorado, una referencia a la antigua Grecia y a la búsqueda heroica de Jasón.

Este emocionante evento no solo resalta la herencia y la cultura monárquica de España, sino que también subraya la importancia de la Reina Sofía en la vida social y cultural del país. Su influencia ha perdurado a través de las décadas, convirtiéndose en un símbolo de elegancia y dedicación.

El Toisón de Oro, propiedad de la Orden, debe ser devuelto tras el fallecimiento del titular, y aunque la decisión de su concesión recae en el Rey, siempre está sujeta a la aprobación del Consejo de Ministros. La noticia de esta condecoración ha sido recibida con gran entusiasmo, renovando el orgullo nacional por la figura de la Reina Sofía y la relevancia de la monarquía española en la sociedad contemporánea.