El Real Madrid se llevó una ajustada y trabajada victoria por 1-2 ante la Real Sociedad en el Reale Arena, gracias a los goles de Kylian Mbappé y Arda Güler. A pesar de que Mikel Oyarzabal descontó desde el punto de penalti, el equipo local se fue con las manos vacías de la cuarta jornada de LaLiga.

El encuentro estuvo cargado de controversia, comenzando por la expulsión de Dean Huijsen en la primera mitad, lo que desató las críticas de los madridistas. El árbitro Jesús Gil Manzano no dudó en mostrar la tarjeta roja directa, y esta decisión ha sido tildada como un error grave por parte del club merengue, que incluso considera elevar una queja a la FIFA por el arbitraje de esta y otras temporadas.

Al final del partido, la tensión se palpó cuando Xabi Alonso se dirigió al árbitro para expresar su desacuerdo sobre el manejo del partido: "Jesús, no quiero, pero me hacéis pensar mal, tío...". Este gesto fue criticado por varios comentaristas, que lo compararon con un clásico estilo de Mourinho, sugiriendo que el tono del técnico podría ser interpretado como una insinuación de que hay un sesgo en su contra.

Iturralde González, exárbitro, defendió a Alonso, argumentando que se trataba de un diálogo normal sin amonestaciones necesarias. Por otro lado, Antonio Romero también apoyó al entrenador, recordando que similares interacciones son frecuentes y aceptables en la liga.

Los analistas se mostraron expectantes sobre cómo Alonso manejará futuras controversias en la temporada. Yago de Vega señaló: "Quiero ver cómo se desenvuelve en situaciones en las que la presión sube. Su primera reacción ha sido ir a buscar al árbitro, pero el verdadero reto serán las diferentes situaciones que se presenten en el futuro".