En un esfuerzo por regresar a la normalidad tras la devastadora DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana, el colegio público Castellar l’Oliveral ha reabierto sus puertas este martes, recibiendo a unos 400 alumnos de Educación Infantil y Primaria. La directora del centro expresó que "los niños están con sus compañeros y vuelven a su rutina habitual". La apertura del colegio se ha realizado tras exhaustivas inspecciones que confirmaron la seguridad de las instalaciones, lo que representa un alivio tanto para los padres que han estado ocupados limpiando sus hogares, como para los pequeños que necesitaban volver a socializar.

En el ámbito político, el Congreso de España comenzó una controvertida sesión durante la cual varios candidatos a consejeros de RTVE fueron cuestionados. La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, abrió el debate reconociendo "el sufrimiento de aquellos que están lidiando con las consecuencias de esta terrible DANA". Sin embargo, hubo protestas por parte de algunos diputados, quienes solicitaban suspender las comparecencias en señal de respeto a las víctimas.

En Paiporta, las tareas de limpieza y recuperación se han intensificado gracias a la colaboración de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y organizaciones no gubernamentales como Open Arms. El director de esta ONG, David Lladó, afirmó que "la situación ha mejorado considerablemente, en comparación con días anteriores". La comunidad se unió para ayudar a evacuar garajes inundados y asegurar que no haya víctimas entre los residentes.

El Congreso anunció que destinará 30 millones de euros para ayudas directas a los afectados por la DANA. Esta medida incluye la posibilidad de que los diputados de las provincias afectadas puedan realizar acciones parlamentarias desde sus circunscripciones usando herramientas telemáticas, facilitando su participación en la recuperación.

La Feria de Valencia ha jugado un papel crucial al convertirse en un centro logístico para la ayuda humanitaria, con varios pabellones habilitados para la atención de familias y la gestión de donaciones. Se han establecido consultas psicológicas para apoyar a los que han perdido seres queridos en esta tragedia.

Las consecuencias del desastre son evidentes; hasta ahora, las lluvias torrenciales han causado más de 211 muertes, con un saldo aún provisional de desaparecidos. En las principales vías de acceso a Valencia, se experimentan enormes atascos, con largas colas que complican la llegada a las áreas más dañadas. Se estima que el coste de esta catástrofe natural podría superar los 1.000 millones de euros en indemnizaciones, haciendo de este evento uno de los más destructivos en la historia reciente del país.

La comunidad sigue esforzándose por recuperarse, y las autoridades locales piden a los ciudadanos que mantengan la precaución, ya que podrían producirse nuevas lluvias en los próximos días. El Gobierno está trabajando en un paquete de medidas tributarias para ayudar a los afectados, buscando ofrecer un alivio fiscal inmediato. A medida que la situación se desarrolla, los esfuerzos de rescate y recuperación continúan siendo la prioridad.