Actualizado a las 12:22

El Rey Felipe VI ha enviado su más sentido pésame a las víctimas de la DANA que ha azotado la Comunidad Valenciana y otras regiones. En un evento en Telde, Gran Canaria, el monarca instó a los ciudadanos a seguir las recomendaciones de las autoridades y pidió que se permita a los servicios de rescate trabajar sin interferencias.

La cifra de fallecidos ha alcanzado las 62 personas, según los últimos datos, lo que refleja la magnitud de esta tragedia nacional. El Ministerio de Defensa ha anunciado que enviará más efectivos del Ejército a Letur, Albacete, donde continúan las búsquedas de seis desaparecidos, poniendo a su disposición todos los recursos necesarios.

La comunidad futbolística de España ha demostrado una sólida solidaridad con las víctimas. Clubes y jugadores, incluyendo el famoso Vinicius, han expresado su apoyo y consternación ante esta crisis.

Desde el embalse de Forata, en Yátova, se reporta que el nivel del agua está comenzando a estabilizarse, aunque el daño ya es considerable en localidades como Utiel, donde múltiples viviendas han sido destruidas.

La AEMET ha indicado que las lluvias intensas cesarán en Valencia, aunque se mantiene un aviso naranja en Castellón hasta las 14:00 horas de hoy. El presidente Pedro Sánchez ha reiterado que todos los recursos del Estado estarán disponibles para apoyar a los afectados, aunque la oposición solicita una declaración de luto nacional.

La situación de las infraestructuras también es crítica. Decenas de carreteras están cortadas, y se han cancelado 17 rutas escolares en Castilla-La Mancha, afectando a 235 estudiantes. En Valencia, alrededor de 155,000 clientes se encuentran sin suministro eléctrico debido a los daños causados por las tormentas.

Los esfuerzos de rescate han sido colosales, con 1034 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en la provincia de Valencia con helicópteros y equipos especializados. A pesar de los esfuerzos, continúan las preocupaciones por el bienestar de aquellos que aún están desaparecidos y atrapados.

Por si fuera poco, ansiosos familiares de las personas desaparecidas claman por ayuda, desesperados por noticias de sus seres queridos. Grupos de rescate han trabajado incesantemente, aunque su labor se ve obstaculizada por las condiciones meteorológicas adversas. Sin duda, este desastroso evento plantea preguntas sobre la gestión de crisis en situaciones climáticas extremas.

Las imágenes de la devastación son impactantes, mostrando comunidades enteras sumergidas. Se han comenzado las tareas de desescombro en muchos lugares, pero el proceso es lento y doloroso. En este contexto, toda España se une en luto y solidaridad, recordando que juntos podemos superar esta adversidad.