Las tensiones aumentan en el Congreso mientras el PP apoya a Junts para debatir la cuestión de confianza a Pedro Sánchez. El portavoz del PP, Borja Sémpere, ha señalado que no ve razones para que se discuta una propuesta que pide la dimisión del presidente del Gobierno, siempre y cuando esta no contenga “nada extraño”. La Mesa del Congreso tomará una decisión hoy sobre la admisibilidad de esta solicitud.

Durante un desayuno informativo en Madrid, Sémpere expresó que preferiría que el Gobierno hubiera disuelto las Cámaras y convocado elecciones anticipadas. Criticó que se esté cuestionando la validez de una iniciativa con el respaldo legal necesario y señaló que es sorprendente que la decisión de tramitarla dependa de una decisión política de quienes están al mando.

Por otro lado, la Guardia Civil ha puesto en libertad a Carmen Pano, la empresaria detenida bajo sospecha de haber entregado 90.000 euros a la sede del PSOE, presuntamente por instrucciones de Víctor de Aldama, figura central del caso de corrupción. Este escándalo investiga un supuesto fraude de 182 millones de euros en el IVA de hidrocarburos.

Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, ha comparecido ante el Tribunal Supremo en calidad de investigado en esta trama. García, que llegó al tribunal sin hacer declaraciones, enfrenta serias acusaciones relacionadas con un entramado corrupto que supuestamente lucró con la venta de mascarillas y contratos públicos. A pesar de sus negativas previas a declarar, hoy tendrá la oportunidad de defenderse de acusaciones que lo vinculan con el cobro de comisiones ilegales. Estos delitos incluyen tráfico de influencias y blanqueo de capitales.

El empresario Víctor de Aldama, que también testificará, ha afirmado que él y el exministro Ábalos cobraron entre 3,4 y 4 millones de euros por las adjudicaciones de obras, señalando que parte de estas comisiones habrían sido dirigidas al PSOE. Aldama admitió que no tiene pruebas concretas de que el dinero se entregara al partido, basándose en lo que le dijeron Ábalos y García.

La atención política está centrada no solo en el caso de Koldo García, sino también en cómo estos acontecimientos podrían afectar las próximas elecciones. Los partidos, incluidos el PSOE y el PP, están utilizando este clima tenso para recalibrar su estrategia política, con importantes cenas y eventos programados en torno a la Navidad que servirán como plataformas para posicionamientos políticos clave.

En el Congreso, la situación es igualmente tensa, con el pleno debatiendo la limitada propuesta de la izquierda sobre control a los arrendamientos temporales, lo que ha puesto al Gobierno en una situación precaria tras la reciente derrota en una votación crucial. La incertidumbre persiste sobre cómo se desarrollarán estos eventos en el contexto más amplio de la política española.

Las revelaciones sobre estos escándalos de corrupción continúan sacudiendo las bases de la política española, poniendo al descubierto las conexiones entre los gobiernos anteriores y las empresas privadas. La sociedad se encuentra atenta, con expectativas sobre las posibles repercusiones para la estabilidad del Gobierno y la credibilidad del sistema político.