El próximo martes 5 de noviembre, la atención del mundo estará puesta en Estados Unidos, donde se llevarán a cabo elecciones históricas entre Donald Trump y Kamala Harris. La decisión de que el expresidente republicano se postule nuevamente ha suscitado controversia, sobre todo tras los acontecimientos de su mandato (2017-2021) y su reacción tras perder contra Joe Biden en las elecciones pasadas.

Un hecho notable que marca este proceso electoral es que Trump se convirtió en mayo en el primer expresidente en ser condenado en la historia de Estados Unidos. Fue declarado culpable de 34 delitos que incluyen falsificación de documentos, fraude fiscal y violación de las leyes de campaña electoral. La razón detrás de esta condena fue el intento de silenciar a la actriz porno Stormy Daniels, con quien supuestamente pasó una noche en una suite en Lago Tahoe (California) en 2006, durante un torneo de golf.

El jurado determinó que Trump falsificó intencionadamente reembolsos a su exabogado Michael Cohen por un total de 420,000 dólares, buscando ocultar un pago de 130,000 dólares a Daniels, así como otros gastos relacionados. Este escándalo se produjo en un contexto electoral, justo antes de las elecciones de 2016, donde logró su primera (y hasta ahora única) victoria presidencial.

Aunque hay múltiples documentos que respaldan su culpabilidad, Trump continuó defendiendo su inocencia, llamando al juicio una "vergüenza" y calificando al juez de "corrupto". Hasta la fecha, la condena formal no ha sido publicada, ya que se han producido aplazamientos, siendo el último en septiembre, con la decisión del juez de posponer la sentencia hasta después de las elecciones para evitar interferencias en el proceso.

El senador Gabriel Colomé, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Barcelona, comentó sobre esta situación: "Trump está condenado, pero no hay pena. Y seguramente, la pena la conoceremos el 6 de noviembre". Colomé también destacó que Trump enfrenta numerosas otras acusaciones que podrían complicar su futuro político.

Sin embargo, si Trump ganara nuevamente la presidencia, se especula que podría intentar autoindultarse, algo que nunca ha ocurrido. "Él ha demostrado tener una gran inmunidad a este tipo de situaciones. Hay que recordar que en 2016 dijo: 'Si saco una pistola y mato a una persona, no pasará nada'. Esa es la percepción que tiene de sí mismo", añadió Colomé.

La pregunta que queda en el aire es: ¿Cuál será el futuro de Donald Trump si es elegido nuevamente presidente, y cómo impactará esta condena en su carrera política? Con el panorama electoral cada vez más incierto, las próximas semanas prometen mucho drama y sorpresas en el escenario político estadounidense.