En un trágico suceso que ha conmovido al mundo, un incendio en un hotel de 12 plantas en la estación de esquí de Kartalkaya, al noroeste de Turquía, ha dejado más de 66 muertos y alrededor de 50 heridos, según el Ministerio del Interior turco. La tragedia ocurrió en la madrugada de este martes, y la noticia ha suscitado una ola de dolor y solidaridad a nivel nacional e internacional.

El ministro del Interior, Yılmaz Tunç, ha informado sobre la detención de cuatro personas, entre ellas el propietario del hotel. El alcalde de Bolu, Tanju Özcan, ha elevado la cifra de fallecidos, destacando la gravedad de la situación. Özcan aseguró a los medios locales que el permiso de operación del hotel no era competencia de su administración, sino que estaba bajo la autoridad del Ministerio de Turismo.

El Grand Kartal, un hotel inaugurado en 1998, era uno de los primeros proyectos de este tipo en la región, construido enteramente en madera. El incendio se originó alrededor de las 3:30 de la madrugada, y a pesar de los esfuerzos heroicos de los bomberos, quienes trabajaron durante diez horas para controlar las llamas, el 90% de las 161 habitaciones ocupadas estaban repletas, ya que se trataba de las vacaciones escolares de invierno en Turquía.

Con unas 300 personas, empleados incluidos, presentes al momento del incendio, las autoridades aún investigan las causas del siniestro. Se ha implementado un veto informativo para prevenir la difusión de noticias falsas y proteger la privacidad de las familias afectadas.

La situación ha resaltado la necesidad de revisar las normativas de seguridad en hoteles de madera y en zonas turísticas. Además, se están organizando campañas de apoyo a las víctimas y sus familias por parte de diversas organizaciones en Turquía. Este incendio no solo ha dejado una profunda herida en la comunidad, sino que ha encendido un debate crucial sobre la seguridad y prevención en instalaciones turísticas del país.