¿Cómo estás durmiendo últimamente? La pregunta que el doctor Antoni Esteve le lanza a quienes lo rodean no es solo por curiosidad, sino porque su carrera como director del Adsalutem Instituto del Sueño está dedicada a eliminar el insomnio y promover hábitos saludables. Esteve, coautor del libro "Dime qué comes y te diré cómo duermes" (Cúpula), resalta que dormir bien es una de las mejores medicinas que tenemos a nuestra disposición. Si te ayudas de fármacos como orfidal para conseguirlo, es probable que afecte la reparación natural que realiza el cerebro durante la noche.

¿Cuáles son los beneficios de un buen sueño?

La calidad del sueño está directamente relacionada con nuestra salud y bienestar. Durante las horas de descanso, nuestro cerebro realiza una limpieza y reparación que permite que nuestro organismo funcione de manera óptima. Este ciclo incluye dos fases: REM y No REM, cada una con funciones diferentes. Mientras estás en No REM, el cerebro se enfoca en reparar y cuidar de tus órganos, mientras que en REM se trabaja en la creatividad y las emociones.

Dormir adecuadamente no solo previene enfermedades, sino que también actúa como un tratamiento natural para quienes padecen diversas condiciones. La falta de un sueño reparador puede disminuir la calidad de vida y contribuir al deterioro físico y mental.

La microbiota y su papel en el sueño

Interesantemente, el intestino se ha encontrado que actúa como un segundo cerebro. Su funcionamiento está ligado a la calidad del sueño, ya que una microbiota saludable ayuda a regular el estado de ánimo y la salud general. Si la intimidad intestinal no está equilibrada, esto puede llevar a problemas de sueño y disminuir el bienestar general.

¿Dormir menos o con interrupciones?

La respuesta no es sencilla. Dependerá del tipo y frecuencia de las interrupciones del sueño. Algunas personas pueden lograr descansar adecuadamente con menos horas de sueño, pero muchas más se ven perjudicadas por despertares frecuentes. La clave es asegurar un entorno propicio para un sueño ininterrumpido.

¿Qué alimentos favorecerán tu sueño?

¡Lo que comes afecta cómo duermes! La dieta mediterránea ha demostrado ser beneficiosa, dado su enfoque en frutas, verduras, legumbres y granos integrales. Además, alimentos ricos en triptófano, como el pavo, las nueces y los plátanos, pueden ayudar a la producción de serotonina y melatonina, hormonas clave para un sueño reparador.

Desayuno : ¡el primer paso hacia un buen descanso!

Lo que comes en el desayuno es crucial. Un desayuno equilibrado puede contribuir a regular de forma positiva tus hábitos de sueño. Basta con evitar el exceso de azúcares y priorizar alimentos nutritivos como frutos secos, yogur y cereales integrales.

¡Evita estos enemigos del sueño!

Evita consumir estimulantes como el café en la tarde y opta por cenas ligeras. Alimentos pesados y especias pueden perturbar tu sueño, así que planifica tus comidas con sabiduría para disfrutar de noches reparadoras.

En resumen

La conexión entre la alimentación y el sueño es innegable. Si deseas mejorar tu calidad de vida, empieza por optimizar tus hábitos de sueño: presta atención a lo que comes y a cómo organizas tus días. ¡Tu bienestar y vitalidad lo agradecerán! Recuerda, dormir bien no solo es un asunto de descanso, es la clave para una vida más plena y satisfactoria.