Tragedia en Santander

En un trágico suceso ocurrido este viernes en Santander, dos hermanos, Pilar y Francisco 'Paco' Moro, de 78 y 76 años, han fallecido debido a la intoxicación por humo provocada por un incendio que se desató en un piso del número 33 de la calle Juan de la Cosa. Este siniestro comenzó poco después de las nueve de la mañana, en la quinta planta del edificio, generando una densa humareda que alcanzó rápidamente el sexto piso, donde residían las víctimas, quienes aparentemente no pudieron escapar a tiempo del peligro.

Un tercer hermano, Domingo, de 61 años, también se encontraba en el ático y se halla grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Valdecilla debido a una severa intoxicación por monóxido de carbono. Un agente de la Policía Local, que participó en las labores de extinción, también sufrió una intoxicación leve, pero fue dado de alta tras recibir tratamiento.

Los testigos, incluyendo vecinos del área, han indicado que el incendio pudo haberse originado en un colchón en el quinto piso, aunque las autoridades aún investigan la causa exacta. La columna de humo era tan densa que se podía ver desde Somo, al otro lado de la bahía, lo que generó pánico entre los residentes del edificio.

El Ayuntamiento de Santander ha decretado un día de luto, y la alcaldesa, Gema Igual, expresó su consternación y envió sus condolencias a los familiares de los fallecidos, conocidos por su amabilidad en la comunidad. Los vecinos fueron evacuados durante la emergencia y pudieron regresar a sus hogares al confirmar que la estructura no había sufrido daños significativos.

La respuesta al incendio fue masiva, con la llegada de numerosos vehículos de emergencias y equipamientos, incluida una unidad de apoyo logístico. La Previsión Civil estuvo presente desde un inicio, proporcionando refugio a los evacuados en el Centro Cultural Madrazo para resguardarlos del frío tras el susto que vivieron.

Los hermanos eran queridos en la comunidad, y los vecinos han expresado su dolor y sorpresa por la tragedia. «Eran personas queridísimas», comentaba una vecina con lágrimas en los ojos, recordando su alegría y energía vital. La conmoción en la zona es palpable, y muchos se agrupan para apoyar a Domingo, quien aún lucha por su vida en el hospital.

A medida que las investigaciones avanzan, las autoridades han instado a la comunidad a permanecer alerta y seguir los procedimientos de seguridad en caso de emergencias. Este devastador evento sirve como un recordatorio sombrío de la importancia de la prevención y la pronta respuesta en situaciones de incendio. Las autoridades están haciendo énfasis en la necesidad de revisar y renovar equipamientos de seguridad en edificios de estas características, especialmente en estructuras antiguas que pueden no cumplir con las normativas modernas.

Se prevé que la investigación continúe durante los próximos días, para esclarecer todas las incertidumbres que rodean este trágico episodio. La comunidad se une en un acto de solidaridad, esperando que tanto Domingo como todos los afectados encuentren la fortaleza para sobrellevar este difícil momento.