El juzgado de instrucción número 8 de Figueres ha abierto una investigación sobre la trágica muerte de una niña de tres años que ocurrió el pasado martes en un hospital de la ciudad. La familia había llevado a la menor al Centre d'Atenció Primària (CAP) de Roses por un persistente dolor de barriga tan solo dos días antes de su fallecimiento. Aunque los médicos del CAP no identificaron síntomas graves, decidieron darla de alta, lo que ha desencadenado una serie de preguntas inquietantes acerca de la atención médica que recibió.

El martes, la angustia de los padres aumentó cuando la niña regresó al CAP debido a la persistencia de sus síntomas, ahora acompañados de fiebre alta. En una decisión crítica, el personal del ambulatorio decidió trasladarla de inmediato al hospital de Figueres. Sin embargo, la situación empeoró y se solicitó una segunda ambulancia para llevarla al hospital Josep Trueta de Girona, un traslado que nunca se hizo efectivo debido a que la pequeña falleció poco después de su llegada a Figueres, dejando a su familia devastada y con más preguntas que respuestas.

En respuesta a la tragedia, los padres de la menor han presentado una denuncia formal sospechando de mala praxis médica. El juez ha ordenado la realización de una autopsia para esclarecer las verdaderas causas de la muerte, un paso crucial antes de decidir si se inician acciones legales contra los profesionales de la salud que atendieron a la niña o contra la propia institución.

Fuentes del Departament de Salut han confirmado la situación y están colaborando con las autoridades judiciales para proporcionar toda la información clínica necesaria. Cabe mencionar que este caso ha reavivado el debate sobre la atención pediátrica y la responsabilidad de los centros médicos cuando se trata de los más pequeños. La conmoción y tristeza que ha causado este suceso en la comunidad de Roses resuena con la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos de atención médica en circunstancias similares.