En un impactante desenlace que ha conmocionado a Nueva Zelanda, un padre que había estado prófugo durante casi cuatro años tras escapar con sus tres hijos ha perdido la vida en un tiroteo con la policía.

Tom Phillips, fugado desde finales de 2021, fue alcanzado por las balas en la madrugada del lunes mientras conducía un cuatriciclo junto a uno de sus hijos. La persecución tuvo lugar en Piopio, donde las autoridades, alertadas de su presencia, intentaron detenerlo.

Utilizando clavos en la carretera, los oficiales buscaban obligar a su vehículo a detenerse, pero la situación escaló rápidamente cuando, al acercarse, Phillips abrió fuego, resultando en un oficial gravemente herido y su propia muerte a manos de la policía.

Aunque la identidad del cuerpo aún no ha sido confirmada de forma oficial, se sospecha que se trata de Phillips. El niño que lo acompañaba proporcionó información crucial que llevó al hallazgo de los otros dos hermanos en un campamento en un área remota.

El drama de esta familia ha capturado la atención nacional, y Cat, la madre de los niños, expresó su alivio al saber que la situación ha llegado a un final, aunque su corazón se siente pesado por la tragedia. ‘He extrañado a mis hijos cada día’, confesó.

La odisea de Phillips comenzó después de perder la custodia de sus hijos, llevándolos a un entorno salvaje donde su destreza en la supervivencia le permitió evadir la captura durante años. Sin embargo, la desesperación por obtener recursos lo llevó a participar en varios robos, levantando sospechas.

El último año, una orden de arresto se había emitido contra él por un robo a un banco, y la presión sobre su situación aumentaba. Menos de un mes antes de su muerte, su familia había pedido su regreso, ofreciendo apoyo en su lucha personal.

El Primer Ministro de Nueva Zelanda, Chris Luxon, calificó los acontecimientos de 'tristes y trágicos', reflejando un sentimiento general de pesar en el país por el resultado de esta angustiosa historia familiar.

Este episodio no solo marca el fin de una búsqueda policial, sino que también deja una profunda herida en la comunidad y una serie de preguntas sobre el trasfondo de la situación que llevó a esta familia a un desenlace tan dramático.