El viernes, una serie de misiles balísticos lanzados por Rusia atacaron un vecindario residencial en la ciudad de Krivói Rog, ubicada en el centro de Ucrania, resultando en la muerte de al menos 14 personas, incluyendo seis niños.

Serhii Lysak, jefe de la Administración Militar Regional de Dnipropetrovsk, informó a través de su canal oficial en Telegram que más de 30 personas han resultado heridas y se encuentran en hospitales recibiendo atención médica urgente. Entre los heridos, un bebé de tan solo tres meses ha sufrido lesiones significativas.

Los testimonios de los sobrevivientes describen el ataque como un momento aterrador y caótico. Nina, una residente herida, relató que el estruendo fue inmediato y la explosión la sorprendió antes de que pudiera reaccionar, destruyendo las ventanas y dañando su balcón.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó enérgicamente el ataque, expresando sus condolencias a las familias afectadas. En un mensaje dirigido a la nación, afirmó: "La operación de rescate continúa. Al menos cinco edificios han resultado dañados y este tipo de ataques son una constante. Rusia no busca un alto el fuego, y eso es evidente para el mundo entero. Cada misil y dron de ataque lo demuestra. Solo a través de la presión global y el fortalecimiento de nuestras defensas podremos poner fin a esta guerra".

La situación en Krivói Rog es un claro reflejo de la brutalidad del conflicto en curso, con civiles cada vez más atrapados en el fuego cruzado. Según informes recientes, las estaciones de emergencia han estado trabajando sin descansar para ayudar a los heridos y proporcionar refugio a los evacuados.

Además, en un contexto más amplio, el enviado ruso Kirill Dmitriev ha revivido el debate sobre las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, elogiando a Trump por escuchar las preocupaciones rusas. Sin embargo, esto ha generado reacciones mixtas en la comunidad internacional, que se opone a la invasión de Ucrania.

Zelenski también se pronunció sobre la visita de Dmitriev a Washington, sugiriendo que su objetivo podría ser facilitar el acceso a fondos que han sido congelados. La comunidad internacional observa atentamente estos desarrollos, a la espera de que los líderes mundiales tomen medidas efectivas para detener esta escalofriante escalada de violencia.