Un fin de semana trágico marcado por las lluvias en Barcelona

Este pasado domingo, el cuerpo de un menor de alrededor de 11 o 12 años fue hallado en el río Bitlles, cerca de Sant Pere de Riudebitlles, tras intensas lluvias que afectaron a la provincia de Barcelona. Las autoridades continúan buscando al padre del niño, quien se encuentra desaparecido desde que su vehículo fue arrastrado por las fuertes corrientes.

Desaparición y búsqueda desesperada

El alcalde Bernat Catasús de San Quintí de Mediona, donde se reportó inicialmente la desaparición, informó que se ha realizado una búsqueda intensiva en un radio de seis a siete kilómetros. El vehículo fue encontrado vacío a primera hora de la noche, lo que llevó a la alerta a los servicios de emergencia. Se estima que el caudal del río aumentó tres metros, arrastrando el coche mientras cruzaban el puente de Cal Vilarrassa.

Operativos especializados en acción

Los Bomberos de Cataluña han montado un centro de mando en el pabellón polideportivo de Sant Quintí, donde la consejera de Interior, Núria Parlon, confirmó el hallazgo del cuerpo del menor. La búsqueda del padre continúa, y se cree que podría ser él quien también se encuentre en el agua.

Un clima devastador azota la región

Cataluña ha sido severamente golpeada por las lluvias intensas que marcan el inicio del otoño. Este fin de semana, se reportaron precipitaciones de más de 100 litros por metro cuadrado en varias localidades como Pontons y Vallbona d'Anoia. La zona de Montserrat, un popular destino turístico, también sufrió un impacto significativo con 124,5 litros registrados.

Rescates en medio de la tormenta

Los operativos de emergencia no solo se concentraron en la búsqueda del padre y el niño; también tuvieron que rescatar a más de cincuenta turistas atrapados por las tormentas, incluida una treintena que quedó varada en el funicular de Sant Joan. Equipos de rescate utilizaron cuerdas y arneses para llevar a los visitantes a un lugar seguro.

La tragedia debe servir de lección

Este devastador evento subraya la creciente amenaza de desastres naturales que enfrenta Cataluña. La comunidad debe estar preparada ante fenómenos climáticos cada vez más extremos, y los esfuerzos de rescate son un recordatorio del valor de la vida y la importancia de la seguridad en situaciones críticas.