Tanguy Nianzou, el central francés que llegó al Sevilla como un prometedor reemplazo de Jules Koundé, se está convirtiendo en uno de los fichajes más decepcionantes de la historia del club hispalense. La gran inversión realizada por la entidad nervionense en agosto de 2022, que ascendió a 16 millones de euros fijos más 4 en variables, ha quedado opacada por una larga lista de lesiones que han limitado su participación en el equipo. Desde su llegada, Nianzou se ha perdido casi el 40% de los partidos, lo que es un dato inquietante para los aficionados.

En sus dos últimas temporadas y media, el defensa ha estado inactivo durante 278 días y ha jugado solo el 62% de los encuentros oficiales. Las lesiones han sido recurrentes, y el área de los muslos ha demostrado ser su talón de Aquiles, con un total de siete lesiones, cinco en la misma zona. La más reciente, una grave lesión en el recto anterior de su muslo derecho, ha llevado a que se tome la difícil decisión de someterse a una operación, que está programada para el próximo martes en Barcelona a cargo del doctor Jordi Puigdellivol.

Pese a las expectativas de que la recuperación postoperatoria será definitiva, es probable que Nianzou se pierda el resto de la temporada. En las últimas comparecencias, García Pimienta había mostrado un optimismo moderado sobre su evolución, pero esta nueva lesión ha complicado aún más su situación. Mientras el Sevilla lucha en la temporada y busca recuperar su nivel competitivo, la ausencia de un defensor robusto y capaz como Nianzou se siente más que nunca. Además, la presión sobre la dirección deportiva, que ya enfrenta críticas por las decisiones de fichajes, aumentará si el club no logra encontrar un reemplazo eficaz en el mercado de invierno.

El futuro de Tanguy Nianzou en el Sevilla pende de un hilo, y los aficionados se preguntan: ¿puede este talentoso defensor recuperar su lugar en la plantilla, o su historia se convertirá en una mera anécdota de lo que podría haber sido? El tiempo lo dirá, pero por ahora, la preocupación permanece.