Pedro Sánchez no ha pisado Valencia desde el 3 de noviembre, cuando su visita a Paiporta dejó un evidente descontento en la población, que lo recibió con una lluvia de barro y protestas. Desde entonces, el aire de insatisfacción ha seguido en aumento, con críticas constantes hacia su ausencia, no solo por parte de la ciudadanía, sino también del Partido Popular. Sin embargo, este jueves 1 de febrero, Sánchez hará su regreso a la ciudad para presidir una reunión interministerial en la Delegación del Gobierno, donde se juntará con alcaldes afectados por la reciente dana.

A pesar de que la reunión se llevará a cabo en la sede del Gobierno, no se espera que Sánchez visite directamente las zonas más afectadas por la catástrofe. Aunque fuentes del su gobierno no descartan la posibilidad de que sí realice un recorrido por la área cero, lo que podría generar un nuevo encuentro conflictivo con los ciudadanos que claman por asistencia adecuada y respuestas rápidas a sus demandas.

El regreso del presidente del Gobierno coincide con el anuncio del PSPV-PSOE de que participará en un congreso autonómico junto a la ministra de Ciencia, Diana Morant. De esta manera, su visita no se verá ensombrecida por su conexión con actos del partido, sino que estará relacionada con las consecuencias de la dana, un intento por poner fin a las acusaciones de desinterés y desconexión.

Las críticas no han cesado; la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero, señaló hace poco que ya han pasado 79 días desde que Sánchez abandonó Valencia tras la tragedia, enfatizando la sensación de abandono que sienten los afectados. El Partido Popular ha estado capitalizando esta situación, presentando su Plan Valencia de 12.000 millones de euros en encuentros con empresarios locales, subrayando así el vacío dejado por el presidente en un momento crítico para la región.

Con la presión en aumento, la pregunta que todos se hacen es: ¿podrá Sánchez revertir la opinión pública con esta visita y ofrecer soluciones efectivas ante la crisis ocasionada por la dana? La mirada de Valencia está puesta en su próximo movimiento, mientras los ciudadanos esperan respuestas rápidas y efectivas a su sufrimiento.