Después de la tragedia del naufragio de un cayuco cerca de la costa de El Hierro, en la que han perdido la vida nueve personas y alrededor de 48 más se encuentran desaparecidas, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, junto con el vicepresidente Manuel Domínguez, han lanzado un desesperado llamado de auxilio al Gobierno de España y a la Unión Europea. Clavijo ha declarado: "Estamos en una situación de crisis humanitaria en mayúsculas. Necesitamos urgentemente ayuda, tanto para el pueblo canario como para aquellos que buscan una vida mejor. No podemos soportar más esta presión".

La mañana de la tragedia, el Gobierno canario convocó de manera urgente a varios miembros de su gabinete para coordinar los esfuerzos de rescate y gestión de esta crisis en la que, lamentablemente, se esperaba lo peor desde un inicio. En sus declaraciones, ambos líderes enfatizaron la necesidad de un apoyo inmediato y efectivo para hacer frente a estas circunstancias devastadoras.

La búsqueda de los desaparecidos ha continuado tanto por mar como por tierra y aire, sin que hasta la fecha se hayan producido novedades, según fuentes de Salvamento Marítimo. Las esperanzas de rescate son cada vez más escasas; Clavijo advirtió que los cuerpos podrían ir apareciendo en los próximos días debido a las corrientes marinas, lo que plantea serios desafíos logísticos.

Además, los líderes canarios han expresado su solidaridad con todos aquellos involucrados en el rescate: desde los equipos de Salvamento Marítimo hasta los voluntarios y miembros de Cruz Roja, quienes han demostrado una vez más su compromiso y profesionalismo en situaciones de emergencia. "El pueblo canario y los servicios públicos están soportando una carga emocional y laboral inmensa debido a esta trágica realidad", comentaron.

Hasta el 15 de septiembre de este año, las Islas Canarias han recibido la llegada de más de 26,000 migrantes, una cifra alarmante que supera incluso el total del año anterior, considerado también récord. La llamada Ruta Atlántica se mantiene como la más peligrosa del mundo; de hecho, se señala que cada 45 minutos, un migrante muere en el intento de alcanzar las costas europeas. Clavijo enfatizó que esta crisis debería impulsarnos a buscar soluciones inmediatas que permitan gestionar este fenómeno de manera más eficiente.

"No podemos resignarnos a que esto sea solo otro triste suceso. Necesitamos que las administraciones se unan para abordar este problema con agilidad y determinación porque la situación va a empeorar", advirtió. La inacción ante tales tragedias no es una opción, ya que las consecuencias son devastadoras tanto para los canarios como para aquellos que arriesgan su vida buscando un futuro mejor.

Manuel Domínguez también subrayó la importancia de abordar la crisis desde los países de origen y tránsito, para evitar que más personas se vean en la necesidad de emprender este peligroso viaje. "Es crítico que se sacuda la conciencia colectiva y que se implementen políticas eficaces para abordar esta situación", añadió.

La constante llegada de migrantes pone de relieve la urgencia de una respuesta coordinada que vaya más allá de las fronteras de Canarias. Ambos líderes instaron a las autoridades a escuchar el grito desesperado de las islas, similar a lo que se vivió con la tragedia de Lampedusa, señalando que este clamor no puede quedarse en el olvido. La situación en El Hierro y en todo el archipiélago canario requiere atención inmediata y efectiva para hacer frente a un problema que afecta a todos.