Este jueves, el sector del transporte se encuentra ante una jornada decisiva para evitar paralizaciones que afectarían tanto al transporte de mercancías como al de pasajeros justo antes de importantes fechas comerciales como el Black Friday y la Navidad.

La Confederación Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) se sentará a negociar con los sindicatos CC OO, UGT y SLT debido a la demanda de estos últimos de establecer un esquema de jubilaciones anticipadas. Actualmente, solo ciertos profesionales como pilotos de aviación y maquinistas ferroviarios pueden acogerse a este beneficio, considerando la penosidad y peligrosidad que conlleva su trabajo.

Por el momento, aún está vigente el anuncio de paros de 24 horas programados para el 28 de octubre, 11 de noviembre, así como el 28 y 29 de noviembre, y el 5, 9 y 23 de diciembre. Si no se alcanza un acuerdo en estas fechas, la tensión podría escalar hacia una huelga indefinida, lo que tendría un impacto severo en el comercio, la industria y otros sectores productivos, generando un caos logístico.

Ambas partes se encontrarán en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). La posición de los sindicatos, apoyando el reconocimiento de la penosidad y peligrosidad de la profesión de conductor, ha existido durante años. Actualmente, exigen la implementación inmediata de coeficientes reductores para la jubilación, utilizando la presión de la posible huelga para acelerar su demanda.

El lunes pasado, un encuentro previo logró desencallar la huelga en el transporte sanitario al llegar a un acuerdo sobre la edad de jubilación, lo que sugiere que la negociación puede ser positiva si hay voluntad de ambas partes.

Por otra parte, la CNTC ha mostrado disposición a negociar, pero ha advertido que las contribuciones sociales que soportan las empresas de transporte ya son de las más elevadas en Europa, y una reducción en la edad de jubilación podría incrementar aún más esos costos.

Los conductores profesionales demandan que la edad de jubilación baje de 67 a 60 años sin que esto origine una reducción en las pensiones. Se estima que, en total, más de 500,000 trabajadores del transporte por cuenta ajena están convocados a huelga, a los que se suman más de 250,000 autónomos del camión y alrededor de 100,000 conductores de autobús. Sin embargo, los taxistas y conductores de VTC quedan fuera de estas movilizaciones.

Además de la jubilación anticipada, los sindicatos también abogan por la jubilación parcial voluntaria a través de un contrato de relevo. Las empresas del sector han informado sobre una grave falta de personal, que estiman en más de 14,000 trabajadores, lo que vuelve esencial la negociación sobre estas condiciones laborales.

Respecto a los peligros asociados con la conducción, los sindicatos resaltan que más de dos tercios de los aproximadamente 120 conductores que fallecen anualmente en las carreteras son mayores de 55 años. Esto ha llevado a CC OO y UGT a denunciar que muchas de estas muertes se clasifican erróneamente como accidentes de tráfico en lugar de ser reconocidas como accidentes laborales, lo que oculta la verdadera magnitud de los riesgos laborales en este sector.

La situación es crítica y exige atención urgente para evitar una crisis aún mayor en el transporte.