Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) están dando la campanada al apostar por la silibilina como un prometedor inhibidor que podría cambiar las reglas del juego en el tratamiento de las metástasis cerebrales.

Este nuevo enfoque terapéutico llega en un momento crítico, ya que las metástasis cerebrales son notoriamente difíciles de tratar, especialmente en pacientes que no responden adecuadamente a la inmunoterapia convencional. Según un estudio reciente publicado en la revista 'Cancer Discovery', este tratamiento podría ofrecer una nueva esperanza a aquellos que actualmente se ven abandonados por las opciones médicas existentes.

La investigación revela que el cáncer tiene la capacidad de alterar las funciones de los astrocitos, células cerebrales que, en condiciones normales, ayudan a regular el funcionamiento del sistema inmunitario. Sin embargo, bajo la influencia de las células tumorales, estos astrocitos pueden volverse pro-tumorales, lo que significa que en lugar de combatir el cáncer, ayudan en su desarrollo. “La metástasis cerebral plantea un grave problema clínico”, explica Manuel Valiente, jefe del grupo de Metástasis Cerebral del CNIO. "Los pacientes con metástasis cerebral avanzada a menudo no responden bien a la inmunoterapia. Además, con frecuencia, aquellos que inicialmente respondían recaen, lo que resalta la urgencia de encontrar nuevas estrategias de tratamiento.”

Uno de los hallazgos más significativos de este estudio es el papel de una molécula llamada TIMP1, conocida por su implicación en la inmunosupresión. Los investigadores han determinado que los astrocitos alterados por el tumor producen TIMP1, el cual inhibe la acción de las células defensivas, impidiendo que eliminen las células cancerígenas. Esta comprensión abre nuevas oportunidades, ya que TIMP1 puede servir como un biomarcador que ayuda a detectar pacientes que podrían beneficiarse de un tratamiento específico.

La silibilina, un fármaco que ya ha mostrado potencial en tratamientos compasivos, puede inhibir la producción de TIMP1, lo que permitiría restaurar la función del sistema inmunitario. Actualmente, hay un ensayo clínico en curso para evaluar la eficacia de la silibilina en pacientes con metástasis cerebral, y se anticipa que los resultados podrían estar disponibles para el 2025.

La combinación de silibilina con inmunoterapia tradicional promete aumentar la efectividad de los tratamientos actuales y su integración en protocolos clínicos futuros. Por lo tanto, este desarrollo no solo representa un paso hacia adelante en la lucha contra el cáncer, sino que también ofrece una fuente de esperanza renovada a millones de pacientes en todo el mundo que enfrentan esta devastadora enfermedad.