Tecnología

¡Shock en el mundo de la IA! GPT-5 enfrenta enormes desafíos mientras OpenAI derrocha millones

2024-12-23

Autor: Ana

La carrera por el avance de la inteligencia artificial se intensifica, y OpenAI está en el corazón de esta emocionante batalla. Recientemente, la compañía ha presentado una serie de innovaciones que incluyen Sora, ChatGPT Search y la disponibilidad masiva de diversas herramientas de IA. Sin embargo, las malas noticias están a la vuelta de la esquina, y el foco de atención se centra en GPT-5, un proyecto marcado por altas expectativas y, lamentablemente, por muchos contratiempos.

GPT-5, también conocido bajo el nombre en clave Orion, ha sido objeto de trabajo constante durante meses. Las expectativas eran que el salto en rendimiento respecto a GPT-4 sería significativo, pero la realidad ha demostrado lo contrario. A día de hoy, no se ha visto una mejora notable que justifique el despilfarro de recursos.

El costo de desarrollar GPT-5 ha sido desmesurado. Microsoft, uno de los principales aliados de OpenAI, había anticipado el acceso al nuevo modelo para mediados de 2024, pero los retrasos están generando una creciente preocupación. Se estima que cada ronda de entrenamiento de Orion cuesta alrededor de 500 millones de dólares y dura seis meses. En comparación, el desarrollo de GPT-4 ya había superado los 100 millones de dólares, dejando entrever que la inversión en la investigación y desarrollo de GPT-5 podría llegar a cifras astronómicas.

A pesar de entrenar Orion con vastas cantidades de datos en dos ocasiones, la compañía ha enfrentado múltiples obstáculos. En su segundo intento, se descubrió que la diversidad de los datos no era tan amplia como se había planeado, llevando a OpenAI a reiniciar el proceso, lo que ha resultado en una pérdida considerable de recursos tanto financieros como temporales. Hasta el momento, el rendimiento del modelo ha dejado insatisfechos a los investigadores, quienes afirman que la mejora sobre GPT-4 no compensa ni de lejos el monumental esfuerzo y gasto involucrado.

Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, ha sido claro al advertir que seguir entrenando modelos de IA con más GPUs y datos no garantiza resultados llamativos. Lo que se percibe es un estancamiento en la evolución de la inteligencia artificial generativa. Las expectativas sobre GPT-5 se suman a los esfuerzos de otras empresas, quienes también están por sacar al mercado chatbots más avanzados.

El CEO, Sam Altman, había prometido en julio de 2025 que GPT-5 llegaría entre finales de 2024 y principios de 2025, asegurando que el modelo traería un cambio radical en su capacidad para abordar diversas tareas. Sin embargo, las promesas de una herramienta científica excepcional que cometa menos errores que sus predecesores parecen distantes de cumplirse.

Para resolver el problema de la falta de datos de calidad, OpenAI ha tomado medidas drásticas, generando nuevos datos a partir de cero. La compañía ha contratado expertos para formular problemas matemáticos y luego interactuar con Orion, con la intención de que estas interacciones sirvan como un "mapa" para que el modelo aprenda a resolver problemas similares en el futuro, no solo entregando respuestas, sino también explicando el proceso detrás de ellas.

En medio de estas adversidades, el campo de la IA aún se mueve con optimismo gracias a tendencias emergentes. Por un lado, la aparición de agentes de IA que realizarán tareas de forma autónoma promete revolucionar la interacción con la tecnología. Por otro lado, los modelos que "razonan" podrían ofrecer respuestas más precisas, aunque esto requiera más tiempo para procesar la información. La esperanza es que estas tendencias logren rejuvenecer el panorama de la inteligencia artificial, al menos en parte, desplazando a los chatbots actuales y redirigiendo el curso de la innovación.