"España es hoy un país mejor que hace seis años, y en 2027 será aún mejor que en 2024". Con estas palabras, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, abordó las dudas sobre su intención de culminar la legislatura ante los desafíos para mantener su mayoría parlamentaria. En un análisis de fin de año, Sánchez destacó datos económicos y la recuperación de la cohesión territorial tras el proceso catalán como razones para mantenerse en la Moncloa, aunque también reconoció áreas pendientes en empleo y vivienda.

Durante más de una hora, el jefe del Ejecutivo se presentó en el Palacio de la Moncloa tras el último Consejo de Ministros de 2024 para presentar un balance y sus prioridades políticas para el próximo año. En 2025, comenzará con negociaciones presupuestarias complejas, donde tratará de reconciliar a socios con posturas tan distantes como Junts y Podemos.

Sánchez ofreció una serie de datos económicos y sociales durante su comparecencia que buscaban calmar las tentaciones de hacer caer al Gobierno si los Presupuestos Generales del año entrante no salían adelante. Según destacó, "hemos triplicado el crecimiento, superando las proyecciones de organismos económicos".

El Ministerio de Economía también reportó que España creció un 0,8% en el tercer trimestre de 2024, impulsado por el consumo y el gasto público, llevando la tasa interanual al 3,3%. Un dato que, según Sánchez, "posiciona a España como una de las economías más prometedoras de Occidente para iniciar 2025".

"Hoy exportamos más que Alemania", proclamó, exaltando la "excepcional generación de riqueza" en un contexto complicado, marcado por la crisis del COVID-19 y la guerra en Ucrania.

En lo que respecta al empleo, Sánchez aseveró que España cuenta con más trabajadores que nunca, citando la creación de "400.000 empleos en 2024, más que Alemania e Italia juntas".

Sin embargo, también expresó su preocupación por los problemas que persisten, como la vivienda, la pobreza y el desempleo, reconociendo que la gestión del Gobierno no ha invertido estos desafíos. "Estamos lejos de lo que deberíamos ser como país. La pobreza, especialmente la infantil, es inaceptable en una economía desarrollada como la nuestra", lamentó.

El presidente también defendió la figura del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en medio de críticas de la oposición, y se mostró optimista respecto al futuro político de su gobierno.

Sánchez concluyó con la certeza de que la oposición, en su actual estado, podría facilitar el regreso de una "mayoría progresista" en 2027, sosteniendo que su administración ha logrado avances significativos pese a las dificultades.

En resumen, Sánchez dejó en claro que, aunque hay desafíos, España ha avanzado en diversos aspectos y que su gobierno se comprometía a no caer en la autocomplacencia.