Ryanair ha reaccionado con firmeza tras la reciente decisión del juzgado de lo Mercantil número 12 de Barcelona, el cual dictó medidas cautelares que obligan a la aerolínea a cesar el uso de términos que puedan considerarse denigrantes hacia eDreams. Un portavoz de Ryanair calificó la sentencia como 'imprecisa' y ha instado a sus abogados a buscar aclaraciones sobre cómo la compañía puede manifestar su opinión respecto a las prácticas de eDreams, que acusa de cobrar precios excesivos a sus usuarios en la compra de billetes de avión y servicios adicionales.

El tribunal determinó que Ryanair debía abstenerse de hacer comentarios perjudiciales sobre eDreams, incluyendo expresiones como "estafa", "engaño" y "pirata" en relación con el servicio Prime de la agencia en línea. Esta medida fue recibida con satisfacción por eDreams, que expresó su deseo de ver garantizada la protección de su reputación comercial.

En un giro inesperado, se ha informado que eDreams solicitó recientemente un 'acto de ejecución' adicional, que busca que Ryanair se adhiera estrictamente a las restricciones impuestas por el juzgado. Como respuesta, la aerolínea irlandesa ha pedido al juez que clarifique qué términos y descripciones puede utilizar para referirse al servicio Prime, así como orientación legal sobre cómo comunicar los presuntos cobros excesivos que realiza eDreams a sus clientes.

Este conflicto entre las dos compañías es emblemático de una creciente tensión en la industria de viajes, donde las estrategias de marketing agresivas y las disputas legales son cada vez más comunes. Los analistas del sector sugieren que la resolución de este caso tendrá importantes implicaciones para la manera en que las aerolíneas se comunican sobre sus competidores y cómo los consumidores perciben las marcas en un entorno digital cada vez más complejo.

Mientras tanto, otros actores en la industria están observando atentamente, preguntándose si este enfrentamiento podría sentar un precedente para futuras disputas legales.