(CNN) – Rwanda está enfrentando una situación alarmante: por primera vez en su historia, el país se encuentra lidiando con un brote de la mortal enfermedad por el virus de Marburgo, conocido por ser una enfermedad hemorrágica rara pero devastadora, con una tasa de letalidad aterradora del 88%. A diferencia del ébola, desafortunadamente, no existen tratamientos ni vacunas disponibles para esta enfermedad.

Hasta la fecha, 26 personas han sido diagnosticadas, 18 están recibiendo atención médica y ocho han perdido la vida según el Ministerio de Salud. Las autoridades están trabajando arduamente para contener la propagación del virus, que ya se ha extendido a siete de los 30 distritos del país. Más de 100 personas que tuvieron contacto con los infectados están bajo vigilancia o en aislamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha intervenido, no solo enviando suministros médicos, sino también desplegando un equipo de siete expertos en enfermedades hemorrágicas para trabajar mano a mano con las autoridades sanitarias rwandesas. En complemento, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) han anunciado que enviarán su propio equipo para apoyar en pruebas y rastreo de contactos.

El riesgo de que esta enfermedad se propague a otros países, incluidos los Estados Unidos, es calificado como bajo. Sin embargo, las autoridades rwandesas están tomando todas las precauciones necesarias. Adicionalmente, se ha informado que muchos de los enfermos son trabajadores de la salud, lo que resalta la importancia de proteger a quienes están en la primera línea de la respuesta sanitaria.

A pesar del grave brote, la OMS ha destacado que Rwanda cuenta con un robusto sistema de salud pública, lo que podría facilitar el manejo de esta crisis. Según el Dr. Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África, el país tiene la capacidad y habilidad para contener este brote rápidamente.

El Ministerio de Salud de Rwanda ha asegurado a la población que pueden continuar con su vida normal, instando a no entrar en pánico, puesto que se cree que todos los focos de la enfermedad han sido identificados y se están implementando medidas efectivas para evitar su propagación.

El virus de Marburgo es originario de los murciélagos frugívoros y se transmite de humano a humano a través del contacto con fluidos corporales. A diferencia de otros virus como el COVID-19, que se transmiten por el aire, los expertos consideran que el virus de Marburgo es más manejable, pero el peligro sigue siendo alto.

Los síntomas iniciales incluyen fiebre y erupciones cutáneas, seguidos de vómitos, fuertes dolores de cabeza y musculares. En los casos más severos, puede ocurrir sangrado por diferentes partes del cuerpo, lo cual puede llevar a un shock y, trágicamente, a la muerte.

Mientras tanto, la comunidad científica se encuentra trabajando frenéticamente en el desarrollo de vacunas y tratamientos, pero por ahora, el único enfoque son cuidados de soporte como el reposo y la hidratación. Rwanda, un país conocido por su impresionante capacidad de recuperación, se encuentra en un momento crítico que requerirá un esfuerzo colectivo para hacer frente a este desafiante virus.