Rubén Baraja, el actual entrenador del Valencia CF, ha sido un ferviente defensor del sistema de juego 4-4-2 desde su llegada a Mestalla. Sin embargo, ante la crítica situación por la que atraviesa el equipo, el técnico de 43 años está considerando romper con su propia máxima para intentar revertir la crisis.

Este cambio de táctica, que podría ser sorprendente para muchos, incluye ensayar un sistema más defensivo con un 5-4-1. Este planteamiento contaría con un único delantero, ya sea Hugo Duro o Dani Gómez, con el objetivo de mejorar la solidez defensiva del equipo. No es un secreto que el Valencia de Baraja ha tenido problemas notables en su defensa, habiendo encajado 13 goles en solo 8 partidos, lo que lo convierte en uno de los equipos más goleados de LaLiga.

Para enfrentar esta situación, el entrenador buscará un doble pivote con Pepelu y Barrenechea en el centro del campo, enfocados en fortalecer la parte física del juego. La inclusión de dos laterales o extremos también está en la agenda, lo que podría permitir a Yarek Gasiorowski recuperar protagonismo tras su prolongada ausencia en el once inicial.

Baraja está decidido a agitar las aguas y busca una solución eficaz para reactivar al equipo, ya sea implementando esta nueva estrategia desde el inicio en el siguiente partido contra el Leganés o utilizándola como una alternativa en momentos clave del juego. La expectación es alta entre los aficionados, que se preguntan si este cambio podría ser el revulsivo que el Valencia necesita para salir de su mala racha.

Con la presión de mejorar resultados y la necesidad de cortar la sangría de goles encajados, Rubén Baraja se enfrenta a una encrucijada: ¿seguirá fiel a su filosofía de juego o se atreverá a experimentar con un modelo que podría llevar al Valencia a un nuevo camino de éxito?