Rodrigo Rato, el exvicepresidente que podría enfrentar una nueva condena
2024-12-20
Autor: Lucia
Rodrigo Rato en la cuerda floja
Rodrigo Rato y Figaredo, quien fue el poderoso vicepresidente económico bajo el mandato de José María Aznar, se encuentra nuevamente en la cuerda floja y a un paso de regresar a la prisión. Este viernes, la Audiencia Provincial de Madrid le impuso una condena de cuatro años, nueve meses y un día de cárcel por el origen ilícito de su fortuna. En un fallo de 1.200 folios, el tribunal determinó que Rato cometió fraude fiscal en tres ejercicios y trató de ocultar la procedencia ilícita de parte de su patrimonio. Además, fue hallado culpable de recibir aproximadamente dos millones de euros en sobornos por manipular contratos publicitarios de Bankia.
La reacción de Rato y el futuro incierto
Aunque esta sentencia es significativamente menor a los 63 años de cárcel que solicitó la Fiscalía Anticorrupción por once delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares, se abre la puerta a su regreso a la prisión, donde ya pasó dos años tras el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid. Rato ha anunciado su intención de recurrir la decisión al Tribunal Supremo, lo que significa que el veredicto no será definitivo hasta que dicho tribunal se expida. Mientras tanto, la audiencia podría considerar su regreso a prisión si ve un riesgo de fuga, como sucedió en el caso de la trama Gürtel, o imponer medidas cautelares como el pago de una fianza.
La condena como símbolo del escándalo político
Para muchos, esta nueva condena es un duro golpe para quien fue considerado el símbolo del “milagro económico español” durante el gobierno del PP. A pesar de ya haber sido condenado por gastar casi 100.000 euros con tarjetas 'black', Rato mantuvo una actitud desafiante en este juicio. Rechazó responder a la fiscal anticorrupción, a quien acusó de basar su acusación en una 'fabulación'. Se enfrentó a los funcionarios que investigaron su patrimonio, descalificándolos con expresiones hirientes.
Defensa y alegaciones
En su declaración, usó su derecho a la última palabra para defender su inocencia y apuntar a los ministros de Hacienda y Justicia en el gobierno de Mariano Rajoy como responsables de su situación judicial actual. Sugirió que ambos estaban al tanto de sus actividades antes de su detención mediática.
Descripción de la fiscalía
La fiscalía, en su alegato, describió a Rato como un 'hombre acostumbrado a mandar' y que había hecho del blanqueo y la ocultación de fondos su 'modus operandi', presentándose ante la Justicia como un 'apatrida fiscal' para evitar una condena. La sentencia solo asumió parcialmente las acusaciones, limitando los delitos fiscales a tres años, a pesar de que la fiscalía había sostenido que Rato había estado involucrado en actividades delictivas desde 1999, durante su mandato como ministro.
Irregularidades en Bankia
El caso también se centra en las irregularidades de su etapa en Bankia, donde llegó a la presidencia en 2010 en medio de conflictos de poder en el Partido Popular. Su gestión en Bankia se ha visto marcada por intentos de manipulación de gastos publicitarios y por recibir sobornos por contratos publicitarios, una actividad que la sentencia ha calificado de corrupción entre particulares.
Amnistía fiscal y condenas acumuladas
La investigación en su contra se inició tras conocerse que Rato se acogió a la amnistía fiscal promovida por el gobierno de Rajoy en 2012, una decisión que luego consideró un error. Rato ha acumulado condenas, destacando que además de esta última, fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por el uso indebido de tarjetas de Caja Madrid. A pesar de algunas absoluciones relacionadas con la salida a bolsa de Bankia, su legado político está manchado por estos escándalos.
El impacto en el Partido Popular
Con su reciente condena, el caso de Rato resuena con el reciente fallo contra otro destacado político del PP, Eduardo Zaplana, quien fue condenado a diez años de prisión por corrupción. La justicia parece estar cerrando el cerco sobre las figuras emblemáticas del PP, y las implicaciones de estos casos continúan reverberando en el panorama político español.