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Robert Carsen: "Cada ópera que dirijo es como un estreno mundial"

2025-01-19

Autor: Lucia

VALÈNCIA.

Robert Carsen, un director consagrado, se ha convertido en una figura clave en la ópera contemporánea, especialmente en Les Arts, donde ha dejado su huella con producciones espectaculares como Elektra y Orfeo ed Euridice. Ahora, retorna a València para presentar uno de sus trabajos más emblemáticos: Dialogues des Carmélites. Esta obra ha estado viajando por el mundo desde 1997, y casi tres décadas después de su debut, sigue resonando con fuerza. Su enfoque abstracto y sobrio se ha transformado en el ambiente ideal para explorar la profunda emoción que transmite la música de Poulenc.

Carsen, desde diciembre en València, se ha sumergido completamente en los ensayos de esta reposición y ha compartido sus reflexiones sobre la obra y el arte de la dirección escénica. En una conversación intensa, destacó que nunca sabe de antemano el efecto que tendría una producción. Su filosofía es enfrentarse a cada obra como si se tratara de un estreno, sin dejarse influir por el paso del tiempo. Esto incluye una profunda apreciación por la energía que cada intérprete aporta, reconociendo que su labor es adaptarla a la singularidad de la obra.

La monumentalidad de Dialogues des Carmélites radica en su tratamiento de la fe y la espiritualidad. Carsen menciona que, aunque la producción ha evolucionado para adaptarse a los diferentes elencos y contextos, el núcleo emocional relacionado con la fe, el miedo y la aceptación se mantiene intacto. "Lo que se explora es algo muy abstracto y no ha cambiado mucho en los últimos 27 años", afirma.

La escenografía de esta producción es deliberadamente austera, lo que permite que el público se concentre en la actuación y la música. Carsen explica que busca involucrar la imaginación del público, siguiendo el concepto de "menos es más". Esta simplicidad, junto con un uso inteligente de la iluminación, ayuda a crear un espacio en el que cada detalle cobra vida, evocando la rica historia presente en los diálogos de la obra.

A medida que aborda la intersección entre lo individual y lo colectivo en su producción, Carsen reflexiona sobre cómo, a pesar de que todos los personajes se visten igual en el convento, la individualidad de cada uno se siente clara a través de sus interacciones. "Eso es lo que quiero que el público experimente", dice, enfatizando la profundidad de la conexión emocional que se puede obtener en una actuación bien elaborada.

Uno de los temas más intrigantes presentes en Dialogues des Carmélites es la muerte, que según Carsen, no sólo es una sombra oscura, sino que también puede representar una luz. La obra, a pesar de su temática sombría, transmite una sensación de celebración de la vida y del espíritu humano. A través de su dirección, Carsen busca que la audiencia no solo permanezca atento a la música sublime de Poulenc, sino que también participe en la catarsis emocional a la que la obra invita.

En un contexto más amplio, Carsen examina la relación entre la ópera y la política. Habla de cómo las dinámicas de poder y la resistencia se tejen en la trama, reflejando la realidad de su tiempo. Esta conexión entre arte y realidad social no sólo enriquece la obra, sino que también invita a la audiencia a reflexionar sobre su propio contexto contemporáneo.

Finalmente, Carsen hace hincapié en la importancia de la experiencia colectiva en el teatro, donde las emociones pueden amplificarse en la presencia de una multitud. En un mundo donde el tiempo parece perecedero, su visión artística busca romper con ese ciclo, creando momentos de transformación y conexión a través del arte. En definitiva, el legado de Carsen en el mundo de la ópera y su enfoque innovador continúan inspirando y desafiando las normas establecidas.