La Feria Internacional de Turismo (FITUR) celebra su 45ª edición, y la expectación por ver a los reyes Felipe y Letizia ha alcanzado su punto máximo. Como cada año, la pareja real ha sido la encargada de inaugurar este importante evento turístico, que en esta ocasión cuenta con Brasil como país invitado.

El evento marcó la primera aparición pública conjunta de los monarcas desde la emotiva despedida de la princesa Leonor en el Puerto de Cádiz, el pasado 11 de enero. A diferencia de aquel día lleno de emociones, el ambiente en FITUR fue más profesional y distendido.

Los reyes llegaron a las 10:30 horas al recinto de Ifema, mostrando interés por descubrir las propuestas turísticas y apoyar el turismo nacional. Durante su recorrido, que se extendió por aproximadamente una hora y media, visitaron varios stands, se detuvieron a saludar y compartieron risas entre ellos, lo que agregó un aire de cercanía al evento.

Su itinerario inicial incluía una visita al stand de Iberia, seguido por paradas en las comunidades autónomas como Madrid, Cantabria, Castilla y León y La Rioja, antes de dirigirse a Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, culminando con su visita a Brasil y Marruecos. Sin embargo, los monarcas decidieron improvisar, visitando también otros stands como el de Euskadi, lo que causó un pequeño revuelo entre los medios de comunicación presentes.

Particularmente, su llegada al stand de Cataluña generó gran interés. Doña Letizia elogió el "potente desembarco" de la comunidad en la feria, y su encuentro con Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, fue muy comentado. En este stand, se encontraron con varias falleras, incluyendo a Berta Peiró, Fallera Mayor de Valencia, quien les obsequió con un hermoso abanico, una reliquia de la cultura valenciana.

Además de apoyar el turismo, los reyes mostraron su solidaridad con Aragón, una región aún recuperándose de las adversidades climáticas. Durante su visita, Jorge Azcón, presidente del Gobierno de Aragón, obsequió a Leonor y Sofía con una pulsera que simboliza los colores de la bandera de España y la Virgen del Pilar, un gesto lleno de significado que resonará en el corazón de las jóvenes princesas.

A la espera de la próxima parada, los reyes se dirigieron al stand de Marruecos, donde un miembro del equipo presentó una bandeja con dulces típicos del país. A pesar de su agradecimiento, Felipe y Letizia rechazaron la oferta, manteniendo un comportamiento prudente y cordial. La jornada concluyó con vítores de “¡Vivan los reyes!” mientras se retiraban del recinto.

La agenda de los reyes sigue hoy, pero de manera separada: don Felipe se trasladará a Barcelona para presidir la entrega de despachos a la LXXIII promoción de la Carrera Judicial, mientras que doña Letizia se quedará en Madrid para visitar el CEIP Cortes de Cádiz. La participación activa de la familia real en estos eventos refleja su compromiso con la cultura y el desarrollo turístico de España.