En una desafiante declaración el lunes (11.11.2024), el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, planteó la anexión de los asentamientos israelíes en Cisjordania, afirmando que estos territorios serán "arrebatados para siempre" a los palestinos. Su anuncio llegó en un momento crítico tras la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, que Smotrich considera ideal para impulsar esta agenda expansionista.

"Estábamos a un paso de aplicar la soberanía sobre los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania), y ahora es el momento de hacerlo", declaró Smotrich durante una reunión con su partido ultranacionalista, Sionismo Religioso. El ministro, quien también es responsable de los asuntos civiles en Cisjordania, expresó un claro respaldo unificado entre la coalición de Gobierno y la oposición en contra del establecimiento de un Estado palestino, afirmando que esto pone en peligro la existencia de Israel.

En un discurso inflamatorio, Smotrich no dudó en referirse a los miembros de Hamas y otras milicias proiraníes como "nazis", mientras se oponía a un posible alto el fuego en Gaza. Afirmó: "2025, con la ayuda de Dios, será el año de la soberanía en Judea y Samaria".

Expectativa con la Administración Trump

El ministro Smotrich, con ansias de que la administración Trump reconozca la soberanía israelí sobre estos territorios, reveló que ha dado instrucciones para estudiar la construcción de la infraestructura necesaria para llevar a cabo dicha anexión. No obstante, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, minimizó estas intenciones, indicando que la actual posición del Gobierno de Benjamin Netanyahu aún no ha considerado una soberanía extendida sobre Cisjordania.

Respuestas desde el lado palestino no se hicieron esperar. El portavoz del presidente Mahmoud Abbas, Nabil Abu Rudeineh, condenó las declaraciones de Smotrich, argumentando que demuestran las intenciones de Israel de anexar porciones de Cisjordania, un acto que violaría la legislación internacional. "Hacemos totalmente responsables a las autoridades de la ocupación israelí de las repercusiones que tendrán estas políticas peligrosas", enfatizó Abu Rudeineh.

El contexto actual de tensiones en la región resalta la magnitud de estas declaraciones, mientras el futuro de las relaciones israelí-palestinas continúa en un delicado equilibrio. ¿Estamos ante el inicio de un nuevo capítulo en la historia del conflicto? Solo el tiempo lo dirá.