
¡Revolución olfativa en Madrid! Desarrollan una nariz electrónica que detecta olores con una precisión asombrosa
2025-08-26
Autor: Antonio
La innovación que cambiará la forma en que percibimos los olores
En un impresionante avance tecnológico, el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados, IMDEA Nanociencia, junto con la Universidad Cattolica del Sacro Cuore de Milán, han creado una 'nariz electrónica' que promete revolucionar la detección de olores. Esta innovadora máquina cuenta con la capacidad de identificar compuestos orgánicos volátiles y reconocer gases como el amoníaco, el dióxido de nitrógeno y vapores de acetona.
Un sistema olfativo artificial sin precedentes
Lo que hace especial a este dispositivo es su característico sistema de sensores de gases, que opera como un olfato artificial. Esta tecnología permite identificar selectivamente compuestos específicos, incluso en entornos donde hay interferencias que podrían dificultar la detección.
La clave: nanotubos de carbono
La base de esta nariz electrónica son los nanotubos de carbono de pared única, conocidos por su gran superficie, que resulta ideal para la detección de olores. Sin embargo, su notable sensibilidad viene acompañada de una dificultad: la baja selectividad en la identificación de ciertos compuestos. Para mejorar este aspecto, los científicos han recubierto los nanotubos con moléculas en forma de anillo, lo que aumenta su capacidad para diferenciar químicos.
Resultados sorprendentes en la detección
Según los investigadores, la nariz electrónica logró discriminar eficazmente el amoníaco de una variedad de otros vapores, mostrando una sensibilidad hasta diez veces mayor en algunas capas sensoras. Además, el tiempo de respuesta se ha reducido significativamente, simplemente ajustando el grosor de la película del sensor.
¿Y ahora qué? Un futuro lleno de posibilidades
Este avance no solo abre puertas en el campo de la detección de olores, sino que también tiene aplicaciones potenciales en áreas como la seguridad alimentaria, el monitoreo ambiental y la salud. Estamos ante un futuro donde la tecnología puede ayudarnos a entender mejor nuestro entorno a través del sentido del olfato. ¡La revolución ha comenzado!