Un impresionante avance español ha surgido para combatir uno de los tipos de cáncer más desafiantes: el carcinoma hepatocelular no operable. Este tipo de cáncer es conocido por su mal pronóstico y la limitada opción de tratamiento, dejando a muchos pacientes en estado de desesperación. Sin embargo, una nueva terapia promete cambiar el panorama.

El Dr. Bruno Sangro, un destacado hepatólogo y coordinador de oncología en la Clínica Universidad de Navarra, ha liderado el camino en esta investigación innovadora. Sangro, quien también es investigador del CIBEREHD, ha demostrado que la combinación de dos medicamentos, Durbalumab y Bevacizumab, junto con quimioembolización transarterial, puede revolucionar el tratamiento de esta enfermedad que hasta ahora carecía de avances significativos.

Esta investigación, que se encuentra en su fase III, ha sido publicada en la prestigiosa revista 'The Lancet', considerada la más influyente en el ámbito médico. Sangro enfatiza que "es la primera vez que se demuestra que la combinación de estos fármacos con un procedimiento estándar, realizado durante los últimos 20 años, ofrece beneficios tangibles para pacientes con cáncer localizado en el hígado que no son candidatos para cirugía".

Los resultados confirman que 616 pacientes fueron divididos en tres grupos; todos recibieron tratamiento con quimioembolización transarterial, un método que implica la liberación directa de quimioterapia en los vasos sanguíneos que alimentan el tumor, además de la obstrucción de dichas arterias con partículas especiales. Sin embargo, el primer grupo recibió además los fármacos Durbalumab y Bevacizumab, mientras que el segundo solo Durbalumab, y el tercero un placebo.

Los resultados mostraron que los pacientes del primer grupo tuvieron un aumento significativo en la supervivencia libre de progresión, alcanzando una mediana de 15 meses en comparación con los 8 meses del grupo que solo recibió el tratamiento estándar. Además, el riesgo general de progresión o fallecimiento se redujo en un 23% entre los pacientes que tomaron ambos medicamentos.

Sangro destaca que este descubrimiento es crucial, dado que no se habían logrado avances significativos en el tratamiento de este tipo de cáncer en las últimas dos décadas. "Los resultados representan un avance significativo para los pacientes, ya que este tratamiento no solo retrasa la progresión de la enfermedad, sino que también mejora la calidad de vida de quienes no pueden optar por cirugía", señala el Dr. Sangro con optimismo.

Este ambicioso estudio ha contado con la participación de 157 hospitales de 18 países, lo que subraya la relevancia global de la investigación. Además, es importante mencionar que el trabajo ha sido financiado y respaldado por la reconocida empresa farmacéutica AstraZeneca, una de las líderes en innovación médica a nivel mundial. Con este avance, se abre una nueva esperanza para los pacientes que enfrentan el carcinoma hepatocelular no operable, destacando una vez más el talento y la innovación del personal médico español en la lucha contra el cáncer.