
¡Revolución en el mercado de coches eléctricos! Así son las nuevas baterías LFP: más seguras, económicas y duraderas
2025-04-08
Autor: Antonio
Las baterías de litio-ferrofosfato, conocidas como LFP, están revolucionando el mundo de los coches eléctricos, especialmente entre los modelos de entrada y de gama media. En comparación con las tradicionales baterías NMC (níquel, manganeso y cobalto), las baterías LFP ofrecen una alternativa más segura, económica y duradera, aunque con una ligera disminución en la densidad energética.
¿Pero qué son realmente las baterías LFP y por qué están dominando el sector eléctrico?
Tanto las baterías LFP como las NMC son sistemas de ion-litio, y su funcionamiento involucra el movimiento de iones de litio entre el cátodo y el ánodo al cargarse o descargarse. La gran diferencia radica en el material del cátodo: las NMC permiten almacenar más energía en menos espacio, mientras que las LFP son más voluminosas, pero ofrecen una mayor estabilidad y resistencia a largo plazo.
Durante años, la menor capacidad energética de las LFP fue un inconveniente que parecía insalvable. Sin embargo, fabricantes como BYD han innovado en el diseño de módulos y packs, logrando reducir esta desventaja. Actualmente, las baterías LFP pueden alcanzar entre 130 y 160 Wh/kg, mientras que las NMC se mantienen entre 230 y 250 Wh/kg, haciendo que la diferencia no sea tan notable.
El gran atractivo de las baterías LFP radica en su coste, que puede ser hasta un 20% menor que sus competidoras, junto con su impresionante vida útil: son capaces de soportar miles de ciclos de carga sin apenas pérdida de capacidad. Además, son más seguras ya que su composición química es más estable y no contienen cobalto, cuya extracción plantea dilemas éticos y ambientales significativos.
La carga rápida también juega un papel importante en la competitividad de las LFP. Gracias a su mayor estabilidad térmica y resistencia, pueden acceder a potencias de carga elevadas. Un ejemplo ejemplar es el SUV chino Zeekr 7X, que ya se vende en Europa y puede alcanzar potencias de hasta 480 kW, permitiendo cargar del 10% al 80% en solo 13 minutos.
Un referente en este aspecto son las celdas Blade desarrolladas por BYD, que son capaces de utilizar tomas de 1.000 kW, recuperando 400 km de autonomía en solo 5 minutos. ¡Increíble!
Diversas marcas, incluida Tesla, ya están utilizando baterías LFP en algunos de sus modelos más asequibles, mientras que fabricantes europeos como VW, Renault, BMW y Mercedes, con su nuevo CLA, están integrando esta tecnología en sus gamas de acceso.
Por lo tanto, el futuro de la movilidad eléctrica parece prometer no solo eficiencia y economía, sino también una opción más responsable con el medio ambiente. ¡El auge de las baterías LFP está aquí para quedarse!