Ciencia

¡Descubre a qué edad comienzan a afectar tus hábitos dañinos como fumar, beber y no ejercitarte!

2025-04-25

Autor: Marta

Los hábitos que pueden arruinar tu salud

Si tuviéramos que enumerar los peores hábitos de la humanidad, fumar, consumir alcohol y no hacer ejercicio ocuparían los primeros lugares en cualquier lista. Pero, ¿sabías que la ciencia ha descubierto la edad a la que estos perjudiciales hábitos empiezan a hacer efecto en nuestro cuerpo?

Un estudio revelador en Finlandia

Investigadores de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Laurea, en Finlandia, han realizado un seguimiento a cientos de participantes desde su infancia. Estos individuos nacieron en 1959 en la ciudad de Jyvaskyla y fueron evaluados hasta los 60 años.

Un análisis exhaustivo

Los científicos examinaron la salud mental y física de estos sujetos mediante encuestas y exámenes médicos en diversas etapas: a los 27, 36, 42, 50 y 61 años. Se enfocaron en analices tres comportamientos de riesgo: fumar, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad física.

Impacto en la salud a partir de los 35 años

Los hallazgos fueron claros: los efectos negativos de estos hábitos se hicieron evidentes cuando los participantes alcanzaron alrededor de los 35 años. La falta de ejercicio se asoció con una mala salud física, el tabaquismo principalmente con problemas de salud mental, y el abuso del alcohol con un deterioro tanto físico como mental.

La advertencia de la ciencia

La doctora Tiia Kekäläinen, una de las autoras del estudio, enfatiza que las enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y el cáncer, son responsables de casi tres cuartas partes de las muertes a nivel mundial. Sin embargo, añade que llevar un estilo de vida saludable puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar estas enfermedades y, por ende, reducir las probabilidades de morir prematuramente.

El poder de un estilo de vida saludable

Así que, si aún no lo has hecho, ¡es hora de tomar el control de tu salud! Cambiar estos hábitos puede marcar la diferencia entre una vida llena de vitalidad o una marcada por enfermedades.