El investigador zamorano Álvaro Sánchez ha hecho un gran avance en la lucha contra las resistencias bacterianas a los antibióticos, un problema que afecta gravemente a la salud mundial. Su trabajo ha sido publicado en la renombrada revista Science, lo que pone de relieve la importancia de su hallazgo.

Este estudio internacional demuestra que diversas especies de virus bacteriófagos, comúnmente conocidos como fagos, pueden coexistir en una misma cepa de bacterias. Este descubrimiento es crucial, ya que los fagos son virus que atacan a las bacterias, lo que los posiciona como una alternativa prometedora para tratar infecciones por cepas resistentes a los antibióticos.

Álvaro Sánchez, quien es investigador en el Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG), un centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca, inició esta apasionante investigación en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Posteriormente, continuó su labor junto a Kevin Foster, de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Juntos exploraron una cepa genéticamente uniforme de Escherichia coli, una bacteria que no solo habita en el intestino humano, sino que también puede resultar peligrosa y causar enfermedades graves.

Particularmente alarmante es el hecho de que las infecciones por E. coli resistente se han multiplicado en hospitales y comunidades de todo el mundo, haciendo que la investigación de nuevos tratamientos sea más urgente que nunca. Lo innovador de este estudio es que desafía la creencia previas, al demostrar que múltiples tipos de fagos pueden infectar de manera estable células bacterianas idénticas. Esto abre un abanico de posibilidades en la terapia fágica, una forma de tratar infecciones que ha sido olvidada durante años.

El hallazgo de Sánchez no solo proporciona una nueva perspectiva en el tratamiento de infecciones bacterianas, sino que también marca un paso significativo hacia la solución de una crisis de salud pública mundial. Los científicos de todo el mundo están observando con atención estos nuevos enfoques, y se espera que en los próximos años puedan transformar la forma en que tratamos las infecciones resistentes. ¡Una auténtica esperanza para millones de personas!