Recientes investigaciones han desvelado un vínculo alarmante entre la psoriasis, una enfermedad crónica y hereditaria de la piel, y las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Las personas que padecen psoriasis, ya enfrentan un riesgo aumentado para diversas afecciones como enfermedades cardiovasculares, renales y trastornos psiquiátricos, pero ahora se enfrentan a la posibilidad de desarrollar problemas intestinales graves. En la última década, la incidencia de la enfermedad de Crohn ha aumentado un 11% y la de colitis ulcerosa un 15%.

Gracias a un estudio innovador llevado a cabo por científicos de la Universidad de Uppsala en Suecia, se ha identificado que este vínculo se debe principalmente a dos factores: la inflamación invisible en el intestino delgado y una mayor probabilidad de sufrir intestino permeable, una condición que permite que toxinas y bacterias se filtren al torrente sanguíneo.

Los investigadores analizaron muestras del intestino delgado y grueso de 18 pacientes con psoriasis y 15 individuos sanos, sin diagnóstico de enfermedades gastrointestinales. Los resultados fueron sorprendentes: los pacientes con psoriasis presentaban una cantidad significativamente mayor de ciertos tipos de células inmunitarias en sus intestinos, activas y proinflamatorias. Estas mismas células fueron halladas en los brotes de piel de los pacientes, sugiriendo que la inflamación cutánea puede influir en la salud intestinal.

Es crucial entender que en muchas enfermedades autoinmunes, la mucosa intestinal pierde su capacidad de actuar como barrera, permitiendo que agentes externos penetren y causen una inflamación sistémica. Esta condición de intestino permeable se asocia frecuentemente con síntomas gastrointestinales como dolor y distensión abdominal.

El estudio reveló que la mitad de los pacientes con psoriasis tenía intestino permeable, correlacionándose con los que experimentaban síntomas gastrointestinales más severos y niveles elevados de marcadores inflamatorios. Además, muchos de estos pacientes tenían una psoriasis relativamente leve, lo que hace aún más impactante la gravedad de los daños en su intestino delgado.

Esto plantea interrogantes sobre la necesidad de un enfoque multidisciplinario en el tratamiento de la psoriasis, que no solo aborde la piel, sino que también considere la salud intestinal de estos pacientes. ¡La conexión entre la psoriasis y problemas intestinales podría cambiar el enfoque hacia su tratamiento! Los profesionales de la salud deben estar alertas a esta nueva evidencia y considerar la salud gastrointestinal en sus planes de tratamiento.