El 25 de enero, un correo electrónyico aterrizó en la oficina de Grangel Studio, donde los reconocidos diseñadores Carles y Jordi Grangel, apasionados culers, han trabajado en proyectos para gigantes de la industria cinematográfica como Tim Burton y Steven Spielberg, así como con productoras de renombre mundial como Dreamworks, Sony o Universal. Este misterioso email proponía una reunión con el FC Barcelona para discutir un proyecto 'top secret' relacionado con la nueva mascota del club.

En el podcast La llotja del 125, Jordi Grangel reveló: "Es una gran responsabilidad y lo tomamos con mucho miedo. La palabra era miedo". Debido a su profunda conexión con el Barcelona, el par de diseñadores sintió la presión: “Pregúntale a Miquel Barceló”, bromeó Jordi, refiriéndose al artista balear y el revuelo que causó su pintura conmemorativa del 125 aniversario del club.

Durante la primera reunión, la directiva del Barça hizo la propuesta de rediseñar su mascota. Aunque en el centenario ya se había creado una mascota llamada Clam, su recepción no fue la mejor. Carles apuntó, entre risas: "Trabajar para una película de Hollywood tiene su presión, pero para el Barça es aún más serio, porque te lo tomas personal". La directiva dejaron el diseño de la nueva mascota en manos de los Grangel: “El tema era libre”, compartió Carles.

Comenzaron a buscar inspiración en la fauna autóctona de Cataluña. Consideraron animales como el burro o el gos d'atura, el perro pastor de la región. Después de muchas discusiones, decidieron optar por el gato feral, un felino salvaje que habita en los Pirineos, Montseny y Ports de Tortosa. "La cara la definimos después de muchas conversaciones", explicó Jordi, quien añadió que hicieron del escudo del club el rostro de la mascota: "Es el símbolo más identificativo del Barça".

Jordi mencionó: "Ver el escudo ahora me recuerda al gato. Ha sido un proceso similar al parto. Estuvimos ocho meses trabajando en esto". Una característica innovadora de esta mascota, llamada Cat, es su accesibilidad para personas con discapacidad visual. Para ello, se diseñó un cuadro sensorial que permite a los invidentes conocerla a través del tacto. Esta initiative convierte al Barça en un modelo de integración y transversalidad. De hecho, algunos culers con discapacidad visual fueron los primeros privilegiados en interactuar con Cat, marcando un precedente en la inclusión en el mundo del deporte.

Así, el FC Barcelona no solo lanza una nueva mascota, sino que también reafirma su compromiso con la diversidad e inclusión, haciendo de Cat un símbolo del club que trasciende el fútbol y se adentra en el corazón de la comunidad.