Ciencia

¡Revelado! Canibalismo y rituales macabros: los secretos oscuros de nuestros antepasados hace 4.000 años

2024-12-17

Autor: Ana

La historia de la humanidad está repleta de misterios y sorpresas inquietantes. Un reciente estudio ha sacado a la luz un capítulo oscuro de nuestros antepasados, revelando prácticas de violencia extrema que nos hacen cuestionar la imagen idealizada de la prehistoria. Este estudio, liderado por el arqueólogo Rick Schulting y publicado en la revista Antiquity, analiza al menos 37 muertes violentas ocurridas en la Edad del Bronce, hace más de 4.000 años, en el yacimiento arqueológico de Charterhouse Warren en Inglaterra.

Los investigadores encontraron huesos que muestran evidencias escalofriantes: decapitaciones, extracción de lenguas, evisceraciones, y señales de canibalismo. La naturaleza de estas muertes es tan brutal que desafía nuestras nociones modernas de lo que podría haber sido la vida en aquel tiempo. Según Schulting, esta información pinta un cuadro mucho más oscuro y violento de la Edad del Bronce de lo que los historiadores habían supuesto.

Los restos fueron descubiertos en la década de 1970 y analizados recientemente. Las muestras de más de 3.000 huesos pertenecían a personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores. Las pruebas de radiocarbono indican que estos eventos ocurrieron entre 2.200 y 2.000 años antes de Cristo. En un hallazgo impactante, se determinó que aproximadamente el 30% de los cráneos presentaba fracturas, un claro indicador de muertes violentas. Además, se encontraron evidencias de cortes en los huesos que sugieren que las víctimas pudieron haber sufrido terribles mutilaciones post-mortem.

Los signos de canibalismo son aún más perturbadores, ya que fracturas en huesos de manos y pies parecen estar relacionados con la masticación. Estas prácticas podrían reflejar no solo una escasez de recursos alimenticios, sino también una cultura de miedo y desesperación.

Otras teorías que surgen en relación a estas atrocidades incluyen la posibilidad de que fueran actos de un carácter político o ritual, donde la violencia se usaba como una forma de control social o para enviar un mensaje a otros grupos. Interesantemente, se han encontrado rastros de la bacteria Yersinia pestis, conocida por causar la peste, lo que sugiere que una epidemia podría haber desatado el pánico, llevando a estas comunidades a actos desesperados de violencia extrema.

Este estudio sin duda desafía las ideas preconcebidas sobre el pasado, revelando que los seres humanos han estado dispuestos a cometer atrocidades a lo largo de la historia, tal como lo hacemos en la actualidad. A medida que continúan las investigaciones en Charterhouse Warren, queda la esperanza de descubrir más sobre este oscuro episodio de la prehistoria británica y, quizá, aprender algo sobre nuestra propia naturaleza. La verdad es que, aunque creamos haber evolucionado, los ecos de nuestra barbarie ancestral todavía resuenan en el presente.